Sudán recalca que no quiere una guerra con Etiopía, que acusa a "terceras partes" de las tensiones

El presidente de Consejo Soberano de Sudán, Abdelfatá al Burhan
El presidente de Consejo Soberano de Sudán, Abdelfatá al Burhan - -/Kremlin/dpa - Archivo
Publicado: jueves, 21 enero 2021 15:16

MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Consejo Soberano de Transición de Sudán, Abdulfatá al Burhan, ha recalcado este jueves que el país no quiere una guerra con Etiopía, que ha acusado a "terceras partes" de las recientes tensiones bilaterales en la frontera común.

Al Burhan ha destacado durante la jornada que Jartum descarta cualquier guerra con Etiopía o el resto de países vecinos, si bien ha reiterado que el país "no abandonará ni una pulgada de su territorio", según ha informado la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.

Así, ha mostrado la voluntad de las autoridades sudanesas de lograr un acuerdo con Adís Abeba para "preservar sus derechos legítimos" y ha manifestado que el despliegue militar en la zona tiene como objetivo cumplir este objetivo.

Por su parte, el jefe del Estado Mayor del Ejército etíope, Birhanu Jula, ha pedido a Jartum que "evite la trampa tendida por terceras partes" para llevarle a la guerra y que se ciña a las conversaciones para resolver las disputas entre ambos países.

Berhanu ha manifestado que Jartum y Adís Abeba tienen "una larga amistad", si bien ha vuelto a denunciar que el Ejército sudanés ha entrado en territorio etíope durante la ofensiva militar contra el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) en la región de Tigray.

En este sentido, ha argüido que estas "terceras partes", a las que no ha citado directamente, buscan aprovecharse de la transición en Sudán y las operaciones en Tigray para incrementar las tensiones bilaterales, tal y como ha recogido la cadena de televisión etíope Fana.

Los gobiernos de ambos países empezaron el 23 de diciembre los trabajos sobre la demarcación de su frontera tras los últimos incidentes, que giran en torno a la presencia de agricultores etíopes en territorios sudaneses, un hecho que fue tolerado de forma tácita por el expresidente Omar Hasán al Bashir.

Las autoridades sudanesas surgidas del acuerdo tras el golpe de Estado que derrocó en abril de 2019 a Al Bashir mantienen una postura diferente y reclaman la salida de la zona de estos agricultores, lo que ha provocado un incremento de las tensiones con Etiopía.

Asimismo, el área ha sido escenario de tensiones por la ofensiva contra el TPLF, lanzada el 4 de noviembre en respuesta a un ataque por parte del grupo, que entonces gobernaba Tigray, contra una base del Ejército etíope en la capital regional, Mekelle.

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