Los Estados protegerán y promoverán las expresiones culturales de sus territorios y fomentarán el diálogo entre culturas
MADRID/BRUSELAS, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Cultura ha ratificado hoy, en nombre del Gobierno español y junto a otros diez países de la Unión Europea, la Convención de la UNESCO sobre la protección y promoción de la diversidad cultural. La ceremonia, organizada por la Comisión Europea en colaboración con la presidencia finlandesa de la UE, se ha celebrado en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas, con la presencia del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Koichiro Matsuura.
Además de España, Francia, Finlandia, Alemania, Bélgica, Portugal, Malta, Croacia, Hungría, Italia y Eslovenia, se comprometen de forma vinculante con este acuerdo, que fue aprobado en la Conferencia General de la UNESCO en octubre de 2005.
La Convención, aprobada por la UNESCO con 148 votos a favor, dos en contra y cuatro abstenciones, supone un reconocimiento de la importancia de la diversidad cultural, que debe considerarse como patrimonio común de la humanidad, tanto en su forma de bienes y servicios culturales, a los que se les reconoce un tratamiento excepcional, como en lo que se refiere a la necesidad de proteger la riqueza cultural heredada, especialmente en los países pobres donde el peligro de "desertización" cultural es más elevado.
Este documento internacional, que aspira a entrar en vigor en octubre de 2007, conferirá al principio de diversidad cultural, recogido en nuestra Constitución, rango de ley en el ordenamiento jurídico español.
"EXCEPCIÓN CULTURAL"
El concepto, hasta ahora denominado "excepción cultural", tomará cuerpo de Real Decreto, ya en tramitación, por el que se creará la Comisión Nacional para el fomento y promoción del diálogo intercultural. En este organismo nacional estarán representadas las instituciones del Estado y las distintas administraciones publicas.
Esta nueva legislación reafirma el derecho soberano de los Estados a elaborar políticas culturales con miras a proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales en sus respectivos territorios, así como a fomentar el diálogo entre culturas, preservando los derechos humanos y libertades fundamentales.
Se trata, además, de un elemento fundamental de la Convención la promoción de la cooperación internacional, que atañe en particular a los países en desarrollo. En ese sentido, se prevé la creación de un Fondo Internacional para la Diversidad Cultural, cuyos recursos provendrán de contribuciones voluntarias de los Estados miembros.
En la aprobación de la Convención fue decisivo el papel de la Unión Europea, que por primera vez en su historia, negoció en el seno de la UNESCO con una sola voz. Ninguna convención de este organismo de Naciones Unidas ha sido ratificada por tantos Estados en tan corto espacio de tiempo.
ESPAÑA, PAÍS DE LOS MÁS ACTIVOS
España ha sido de los países más activos dentro de la Unión Europea en la negociación de este pacto y en el cumplimiento del proceso de ratificación. La diversidad cultural afecta a España tanto en nuestro ámbito interno como a nuestra política exterior, en los espacios europeo, euromediterráneo e iberoamericano.
Una de las primeras iniciativas en que se traducirá la nueva norma consistirá en la aplicación de la Carta Cultural Iberoamericana, firmada en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica, celebrada en Montevideo (Uruguay), en julio de 2006.
Entre estas acciones, cabe destacar el apoyo a un canal cultural de televisión y la puesta en marcha del programa Iberescena, de fomento de las artes escénicas en la región, con miras a la consolidación del espacio cultural iberoamericano y al estímulo de los intercambios de bienes y servicios culturales en la zona.
COALICIÓN ESPAÑOLA
Para Eduardo Bautista (SGAE), presidente de la Cedc (Coalición Española para la Diversidad Cultural), "España apoyó la Convención desde el principio e hizo presión para que otros países de la UE lo ratificasen", y destaca el "papel importantísimo" del Ministerio de Cultura. El acto de hoy supone una "apuesta firme" de la UE para que esta Convención "pase del papel protocolario al normativo".
El director general de Cooperación y Comunicación Cultural del Ministerio de Cultura, Carlos Alberdi, destaca que la Convención "no es un capricho europeo, sino una necesidad para que el mundo no se homogenice en exceso". "España notará sus beneficios más o menos en dos años", subraya, recordando que en octubre de 2007 ya serán entre 60 y 70 países, "un número razonable para que la Convención eche a andar".
Las Coaliciones Europeas para la Diversidad Cultural que lideran la campaña de ratificación representan a las organizaciones culturales profesionales de los sectores del libro, el cine y la televisión, la música y las artes escénicas y audiovisuales. De ellas forman parte organizaciones representantes de actores, autores, compositores, directores, músicos, técnicos y artistas visuales así como productores independientes de cine, televisión y música, editores, difusores y distribuidores.