El vicepresidente sursudanés viajará a Jartum la próxima semana

Actualizado: viernes, 21 junio 2013 3:41

MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

El vicepresidente de Sudán del Sur, Riek Machar, viajará la próxima semana a Jartum, en el contexto de la última escalada de tensión por las acusaciones mutuas de apoyo a la insurgencia, que amenazan con paralizar de nuevo las exportaciones petroleras.

El portavoz del Ministerio de Exteriores de Sudán, Abu Bakr al Siddiq, ha informado este jueves de que ambos países han llegado a un acuerdo para que Machar visite Jartum la próxima semana.

La agencia de noticias oficial de Sudán, SUNA, ha explicado que el viaje estaba previsto para el próximo domingo, pero que se ha tenido que posponer, debido a la ausencia de un gran número de ministros sudaneses.

Las tensiones se reanudaron a mediados de junio, cuando Sudán amenazó a Sudán del Sur con suspender las exportaciones petroleras en 60 días, si no cesaba su apoyo a los rebeldes que luchan contra el Gobierno de Omar Hassan al Bashir.

Yuba, por su parte, ha negado cualquier respaldo a los rebeldes sudaneses y ha acusado a Jartum de apoyar a la insurgencia que combate al Gobierno de Salva Kiir.

Aunque las acusaciones cruzadas sobre el apoyo a los grupos armados no son nuevas, esta última amenaza podría acabar con el acuerdo al que ambos países llegaron en el mes de marzo para reanudar las exportaciones del petróleo sursudanés a través de infraestructuras sudanesas.

Las exportaciones petroleras ya se suspendieron en enero de 2012 debido a la negativa de Yuba a pagar los precios que Jartum exigía para usar sus infraestructuras. A causa de ello, se dejaron de comercializar unos 350.000 barriles diarios.

En este contexto, la Unión Africana (UA) ha sugerido la continuidad de una zona desmilitarizada entre Sudán y Sudán del Sur y la puesta en marcha de un mecanismo para examinar las acusaciones de ambas partes, con el fin de evitar otra crisis bilateral.

Sudán del Sur proclamó la independencia de Sudán el 9 de julio de 2011, en cumplimiento de los resultados del referéndum celebrado en enero de ese año, de acuerdo a lo pactado en 2005 para poner fin a varias décadas de guerra civil.

Tras la secesión, la mayoría de los yacimientos petroleros quedaron en territorio sursudanés, mientras que las infraestructuras necesarias para exportarlos quedaron en territorio sudanés, complicando con ello la supervivencia económica de ambos estados.

Además de las exportaciones petroleras, la independencia de Sudán del Sur dejó pendiente la solución de los problemas fronterizos y de otros relacionados con la ciudadanía.