SANTA CRUZ DE TENERIFE 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Dirección General de Costas ha reconocido, en declaraciones a Europa Press, que "ha otorgado concesiones a los hoteles que les dan un derecho preferente para la explotación de servicios de temporada en las playas" pero, al mismo tiempo, advirtió que "en cualquier caso éstas son libres y de uso público".
Según el artículo 31 de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, "la utilización del dominio público marítimo-terrestre y, en todo caso, del mar y su ribera será libre, pública y gratuita para los usos comunes y acordes con la naturaleza de aquél".
Así, el artículo 31 recoge usos como "pasear, estar, bañarse, navegar, embarcar y desembarcar, varar, pescar, coger plantas y mariscos y otros actos semejantes que no requieran obras e instalaciones de ningún tipo".
Según fuentes jurídicas de la Dirección General de Costas, consultadas por Europa Press, "existen playas en Canarias en las que algunos hoteles cuentan con una concesión que se les ha otorgado porque han hecho unas obras de preparación y acondicionamiento que les dan un derecho preferente para la explotación de servicios de temporada".
En este sentido, la ocupación de la playa por instalaciones de cualquier tipo, incluyendo las correspondientes a servicios de temporada, no podrá exceder, en conjunto, de la mitad de la superficie de aquella en pleamar y se distribuirá de forma homogénea a lo largo de la misma.
ZONAS DESTINADAS A HAMACAS
Entre los derechos que se le otorga a este tipo de hoteles, se encuentra la posibilidad de colocar hamacas en la playa destinadas a los clientes de estos establecimientos.
Por tanto, al hablar del espacio que estos hoteles destinan a dichas hamacas, Costas puntualizó que éstas "son un servicio de temporada, por el que los hoteles pagan un canon de ocupación y beneficios".
"Sin embargo --añadió-- el hotel debe dejar unos espacios libres para los usuarios de las playas y no tienen derecho a ocupar toda la playa, es decir, tienen que dejar libres algunas zonas y cierta separación para que no se produzca una masificación y para que el resto de los usuarios, incluidos los de las hamacas, puedan pasear y estar, y para que las personas que no están alojadas en el hotel siempre puedan colocar su toalla en el suelo".
Según Costas, "lo que sí es cierto es que no pueden haber más hamacas de las autorizadas, de tal modo que si un usuario tiene algún problema a este respecto, siempre puede preguntar cuántas son las hamacas autorizadas".
"También hay playas donde se permite navegar pero con limitaciones porque primero está la seguridad de los bañistas, pero, en definitiva, el uso es público y libre para todos respetando siempre a los demás, es decir, no se puede circular por la playa, por ejemplo, con una moto", señalaron.
Además, la Dirección General recordó que estos hoteles "no pueden, en ningún caso, prohibir que los usuarios de la playa puedan llevar un bocadillo o un refresco para que hagan uso de sus restaurantes; en la playa se puede tomar uno lo que quiera siempre y cuando no se dejen desperdicios y suciedad".