El decorador y restaurador Pedro Ortega decora el interior de las bodegas Marqués de Ulía y Conde de Donadío

Actualizado: domingo, 23 julio 2006 13:50

LOGROÑO, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -

El decorador y restaurador Pedro Ortega ha reconvertido un viejo edificio industrial donde se elaboró la sangría Yago en los años 70, en las actuales bodegas Marqués de Ulía y Conde de Donadío, situadas en la localidad de Labastida, en La Rioja Alavesa, con unos espacios vanguardistas, de una decoración atractiva, que incorpora arriesgados toques de surrealismo.

Según informaron las bodegas, esta decoración supone que, por ejemplo, "tras el enorme mazacote industrial que pasa desapercibido a los viandantes por su escasa belleza, llama la atención un espectacular mural en su fachada, de fuerte colorido con motivos vinícolas".

Bertín Osborne, propietario de Conde de Donadío, y Marqués de Ulía han confiado en Ortega, quien ha aprovechado cualquier elemento arquitectónico de la bodega para convertirlo en una obra de arte al igual que hizo anteriormente con Hospedería de Briñas, Hospedería Señorío de Casalarreina, Señorío de Haro y muchos otros edificios.

Pedro Ortega ha abandonado en este proyecto la construcción clásica de este tipo de bodegas centenarias planteando unas instalaciones modernas, decorada como un "museo vanguardista".

Entre sus aportaciones destaca la creación en el interior de la bodega de un "Museo de las ilusiones" en el que su colaborador, Jull Dziamski ha plasmado sus mejores obras creando además obra temática del mundo del vino y de las marcas presentes en la bodega.

El decorador y restaurador junto con su equipo de pintores polacos Jull Dziamski y Pablo Ceglarek han logrado una "reconversión vanguardista con mucho diseño y cierto grado de surrealismo". Los colores predominantes en toda la bodega son el negro y el rojo combinados con toques en blanco que dan fuerza a cada detalle de la decoración.

Alguno de los espacios de la bodega, como el techo de la zona social ha sido decorado con las duelas de las barricas, combinando materiales rústicos y modernos. Las lámparas también son un diseño propio realizado con botellas de vino, las mesas hechas de barricas pintadas con diseño, piedra y cristal, etc.

Pedro Ortega, una vez más, ha colaborado con el mundo de la arquitectura dando un giro innovador en la decoración de estos espacios y habiendo sigo galardonado ya el pasado año por los premios "Best Of Tourism the Great Wine Capitals" en la categoría de alojamiento, este año vuelve a presentar la candidatura de este proyecto en las categorías arquitectura, arte y cultura.