Plataforma 'Demanda Casco Antiguo' exige la revisión de las ordenanzas con "drástica reducción de espacios y horarios"

Sillas y mesas de terrazas en la calle Portales
Sillas y mesas de terrazas en la calle Portales - PLATAFORMA 'DEMANDA CASCO ANTIGUO'
Publicado: lunes, 6 mayo 2024 11:06

   LOGROÑO, 6 May. (EUROPA PRESS) -

   La plataforma 'Demanda Casco Antiguo' ha exigido "la inmediata revisión de las ordenanzas municipales con una drástica reducción de espacios y de horarios". A través de un comunicado, han señalado que "la reciente redada de inspección de oficio sobre las terrazas de la calle Bretón de los Herreros, tras las reiteradas denuncias del vecindario, puso de manifiesto el habitual incumplimiento por parte de la hostelería de las ordenanzas".

   Ello para la plataforma "es una muestra más del espíritu de impunidad y depredación con el que algunos establecimientos atienden al orden público en el conjunto del centro histórico". "Es el mismo incumplimiento y voracidad que venimos denunciando en otros excesos de la hostelería, como el ruido, interno y externo, o el aforo de los locales de ocio nocturno ubicados en el centro de la ciudad, por lo que exigimos que la Policía Local y el Ayuntamiento comiencen a examinar de oficio estas cuestiones, como han hecho con las terrazas, sin colocar el cargo de la prueba en el ya maltratado vecindario".

   Pese la reciente campaña "de convivencia y en cumplimiento de la normativa vigente" anunciada por la hostelería, los vecinos "seguimos detectando incumplimientos flagrantes e impunes de la actual ordenanza como puede comprobarse en las imágenes adjuntas que, sin embargo, ni la Policía ni los inspectores municipales ven: ocupación y uso indebido del mobiliario público, excesos de mesas y sillas sobre los generosos límites, mobiliario incorrecto y ruidoso, consumo indebido fuera de las terrazas, puertas abiertas con música, mobiliario sin recoger durante días".

   En este sentido, la plataforma Demanda Casco Antiguo ha criticado la ocupación "indiscriminada y casi gratuita" de la vía pública con la complicidad de la actual y de anteriores corporaciones municipales hurtando el espacio público a los ciudadanos y con unos horarios extraordinariamente generosos: "La tasa de basuras, por ejemplo, que pagan viviendas, comercios y hosteleros ha subido el 21 por ciento desde 2019, pero las de las terrazas sólo el 2 por ciento. ¿A quién se está beneficiando?".

   Según las ordenanzas fiscales en vigor, una terraza de 30 metros cuadrados (10 mesas y 40 sillas) en la plaza del Parlamento tiene un coste irrisorio de 22 euros al mes o de 27,5 euros en las plazas San Agustín, del Mercado o de San Bartolomé. En Portales se pagan 30 euros al mes, mientras que Bretón, y otras de las escasas de categoría 1 de la ciudad, se saldan con unos ridículos 53,7 euros mensuales por cada 30 metros cuadrados. La realidad es que es más caro para un vecino de Logroño alquilar un trastero (50 euros al mes) que diez mesas para un hostelero, una colonización del espacio público tan barata que, tras agotar el casco antiguo, se está extendiendo a otras zonas de la ciudad.

   Algo similar sucede con las mesas altas y barricas que proliferan como champiñones en las calles de 'chiquiteo' del Casco Antiguo, cuyo coste unitario es de sólo 27,49 euros anuales. Pese a "la estrechez de dichas calles, denunciamos el descontrol de las mesas altas impidiendo incluso el acceso a los portales de los vecinos, y, en muchos casos, incumpliendo la actual normativa que limita su uso exclusivamente a las fachadas de los establecimientos".

   Los vecinos reclamamos la "inmediata revisión" de la ordenanza municipal de terrazas con "una drástica reducción de los espacios robados a los logroñeses y de los generosos horarios consentidos por todas las corporaciones municipales y gobiernos de la Comunidad Autónoma".

   "Las administraciones deben devolver el espacio entregado casi gratuitamente a la hostelería y, junto con la Policía, garantizar el descanso de su ciudadanos como derecho fundamental en lugar de escaquearse de su responsabilidad de controlar el ruido y el alarmante y creciente incivismo", han concluido.

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