La Rioja cuenta con una población estimada de 21.000 asmáticos, de los que unos 17.000 sufrirían además rinitis alérgica

Actualizado: sábado, 3 mayo 2008 15:18

El próximo martes, 6 de mayo, se celebrará el Día Mundial del Asma

MADRID/LOGROÑO, 3 May. (EUROPA PRESS) -

La Organización Mundial de la Salud estima que en La Rioja hay 21.000 asmáticos, de los que unos 17.000 sufrirían, también, rinitis alérgica. La conjunción de estas dos dolencias es, precisamente, la alerta en la que los expertos centrarán la celebración del próximo Día Mundial del Asma (el próximo martes, 6 de mayo).

El asma afecta a más de trescientos millones de personas en todo el planeta. En este contexto, la OMS presentó la última revisión de la GUÍA ARIA, una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud que, actualmente, constituye el referente internacional para el tratamiento de la rinitis alérgica y el resto de enfermedades asociadas a este problema.

Uno de los aspectos más importantes puestos de manifiesto en esta revisión es el de la estrecha relación entre el asma y la rinitis alérgica, y la necesidad de pensar y abordar ambos problemas respiratorios como si se tratara de una sola enfermedad.

"No tendríamos que hablar de dos enfermedades, rinitis alérgica y asma, sino de una única enfermedad con manifestación en dos órganos diferentes", explicó el doctor Joaquín Mullol, coordinador de la Unidad de Rinología del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clinic de Barcelona.

Detalló que detrás de síntomas como el ahogo, la tos o la obstrucción nasal hay un concepto unificado que se llama inflamación. "Y la inflamación se manifiesta tanto a nivel de nariz como a nivel de pulmón".

Por ello, hoy en día y tal como se contempla ya en la Guía ARIA la rinitis alérgica constituye un factor clave en el pronóstico del asma, especialmente si éste se mide en términos de calidad de vida.

En esta línea, el doctor Antonio Valero, alergólogo del Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clinic, señaló que "las actualizaciones de la Guía ARIA afirman y consolidan que la rinitis afecta a la calidad de vida y genera muchos costes".

Aunque, como añadió el doctor Jesús Molina, médico de atención primaria en el Centro de Salud Francia, de Fuenlabrada (Madrid), la rinitis alérgica y el asma son enfermedades que, bien controladas, no deben limitar las actividades de la vida diaria de los pacientes.

"Pero no siempre ocurre así", añadió, "por ello, y para evitar las posibles complicaciones y su repercusión en la calidad de vida de los pacientes, el manejo adecuado de las mismas, siguiendo las recomendaciones de las guías nacionales e internacionales, es imprescindible".

Por todos estos datos, el doctor Molina aseguró que "acercar las guías a los médicos de atención primaria para controlar adecuadamente al paciente con asma, es clave. Cuanto antes se diagnostique y trate correctamente el problema, mucho mejor será el pronóstico".

ASMA Y RINITIS, CASI SIEMPRE DE LA MANO

El cinco por ciento de la población mundial, o lo que es lo mismo, una de cada veinte personas sufren los síntomas del asma, lo que supone que trescientos millones de personas viven en todo el planeta con esta grave enfermedad respiratoria. De ellos, hasta 270 millones pueden también sufrir las consecuencias de la rinitis alérgica que, si no se controla, puede agravar y empeorar el pronóstico del asma.

En cuanto a España, actualmente hay más de tres millones de personas con asma y, aproximadamente, 2,5 millones que padecen además de asma, rinitis.

En opinión de los especialistas que participan en la elaboración y revisión de esta Guía, las posibilidades de mejora pasan sin duda por la necesidad de reconocer la rinitis alérgica como un factor claro de asociación y de agravamiento del asma, y por el imperativo de tener una perspectiva clínica conjunta de ambas enfermedades.

Para ello habrá que tener muy presente la existencia de un mecanismo inflamatorio común que puede afectar por igual a las vías respiratorias superiores -nariz- e inferiores -bronquios.

Entre los elementos comunes y claves en la fisiopatología de ambas enfermedades destacan una serie de mediadores inflamatorios denominados leucotrienos, cuyo bloqueo puede controlar los síntomas asociados clásicamente tanto al asma como a la rinitis alérgica.