El 32% de los madrileños saldrá fuera de la ciudad en Semana Santa y gastará lo mismo que en 2009, según un barómetro

Actualizado: viernes, 19 marzo 2010 15:17

MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -

El 32 por ciento de los madrileños saldrá fuera de la ciudad esta Semana Santa, gastará lo mismo que el año pasado, huirá de viajes programados y se refugiará en casa propia o de la familia, según el Barómetro de Consumo del primer cuatrimestre de 2010 elaborado por Economía, Empleo y Participación Ciudadana, que incluye un monográfico sobre las vacaciones de los madrileños, informó hoy el Ayuntamiento de Madrid.

Así, un 60 por ciento de los madrileños no viajará en estas fechas, una décima menos que el año anterior, mientras que un 8 por ciento aún no ha tomado la decisión sobre qué hacer. Entre los que se quedan en casa, las causas principales son la falta de hábito (42,9 por ciento) o de dinero (25,2 por ciento).

Mientras que la intención de viajar varía poco (crece un punto), lo que sí se ajusta en tiempos de crisis es el tipo de viaje, el gasto que supone y su duración. Casi la mitad de los viajes de Semana Santa durarán entre cinco y siete días (46,7 por ciento), frente a los viajes de hasta cuatro días (33,3 por ciento). Sólo el 20 por ciento disfrutará de más de una semana de vacaciones.

Lo más habitual es que cada viajero prepare personalmente su escapada (69 por ciento). La mayoría de los que piensan salir de vacaciones lo hacen sin programación (84,1 por ciento), principalmente a casa de familiares o amigos (38 por ciento). Sólo el 12,8 por ciento de los encuestados contratan un viaje programado.

El lugar de pernoctación es un indicador de la importancia del gasto turístico que supone el viaje: apenas una de cada seis personas se alojará en un establecimiento turístico (16,5 por ciento), mientras que la mayoría va a casas familiares e incluso propias (80,9 por ciento). De hecho, el principal motivo de los viajes en Semana Santa es la visita a la familia (38,4 por ciento), seguido de la búsqueda del disfrute del medio rural (23,9 por ciento) y de la playa y el sol (22,9 por ciento).

El madrileño viaja pero mirando el bolsillo de reojo. El 72 por ciento de los hogares madrileños que piensa escaparse por unos días se plantea tener unos gastos similares a los del año anterior; un 6 por ciento piensa gastar más y el 13 por ciento quiere reducir sus gastos de viaje, principalmente recortando el gasto diario.

El Barómetro revela que se consolidan las mismas pautas que en años anteriores con ligeras variaciones: los viajes al extranjero bajan de un 4 a un 3 por ciento, y los de dentro de la comunidad, también disminuyen de un 2,4 a un 2,1 por ciento. Los desplazamientos fuera de la región suben de un 24 a un 27 por ciento.

Los hábitos de viaje en Semana Santa no han variado de manera sustancial. El 88,1 por ciento de quienes siempre viajaban también lo van a hacer este año, y el 97,9 por ciento de quienes nunca lo hacían, tampoco van a hacerlo en 2010. Las razones que aducen para no desplazarse aquellos que solían hacerlo son principalmente económicas, el 41 por ciento aduce que no tiene dinero, mientras que un 21 por ciento afirma que no lo tienen preparado.

CONSUMO ACTUAL EN MADRID

El Índice de Confianza del Consumidor Madrileño recogido en el Barómetro apunta a una nueva perdida de confianza en la valoración de la situación económica, al situarse en un 31,7. Son 2,5 puntos menos que en el trimestre anterior, pero 8,9 puntos por encima del nivel de hace un año, momento en el que se estaba rozando el mínimo de la serie (que en el segundo cuatrimestre de 2008 se situó en 22,6 puntos).

Los madrileños confían más en las posibilidades de sus propias familias que en las de la economía en general. El índice coyuntural en los hogares es de 31 puntos, 0,8 puntos menos que el cuatrimestre anterior y 1 punto más que hace un año. Sin embargo, el índice coyuntural sobre la economía nacional vuelve a registrar un retroceso importante en este último cuatrimestre. Ha bajado 5,3 puntos, situándose en 9,6 puntos.

Un 54,2 por ciento de los hogares valora que su situación económica no ha cambiado. Mientras que un 41,7 por ciento afirma que ha empeorado y sólo un 3,7 por ciento reconoce haber mejorado. Aumenta ligeramente el número de hogares que, respecto al cuatrimestre anterior, afirma haber empeorado, manteniéndose en niveles muy próximos a los de hace un año.

La valoración de la economía nacional es muy negativa. Se ha truncado la percepción de leve mejoría que se detectaba en cuatrimestres anteriores. Un 81,9 por ciento de los madrileños afirma que la situación ha empeorado, aumentando esta percepción negativa en 9,3 puntos. Un 15,1 por ciento de los hogares sostiene que la situación está igual, habiendo caído 7,5 puntos respecto al cuatrimestre anterior y situándose 8,4 puntos por encima de hace un año. Sólo un 1,2 por ciento piensa que es mejor.

OPTIMISTAS RESPECTO AL FUTURO

El índice de expectativas mide la opinión que tienen las familias sobre cómo será su situación familiar y la de la economía nacional dentro de cuatro meses. Aumenta ligeramente el número de hogares que piensa que su situación va a mejorar (el índice pasa de 42,8 a 46 en el último cuatrimestre), mientras que respecto a la economía nacional, también se produce un ligero aumento (se pasa de 25,7 a 29,4 en el mismo periodo). La distancia entre ambos índices alcanza la cifra de 16,6 puntos, habiéndose reducido ligeramente respecto al cuatrimestre anterior.

El índice, por tanto, además de consolidar esa idea de refugio familiar ante la crisis, plasma que el comportamiento económico y las perspectivas de los hogares son mucho más estables que la que se tiene con respecto a la evolución de la economía nacional. La mayoría de los hogares madrileños, un 73,1 por ciento, piensa que en el próximo cuatrimestre su situación económica va a ser igual, un 11,4 por ciento cree que irá a peor, mientras que los más optimistas son sólo el 3,4 por ciento.

Respecto a la valoración de las perspectivas a corto plazo de la situación económica nacional, la mayoría, el 46,9 por ciento, opina que va a ir a peor, mientras que un 34 por ciento piensa que seguirá igual. Sigue siendo una exigua minoría los que creen que se producirá una mejora, el 5,8 por ciento.

La decisión de adquirir compras importantes para el hogar es un reflejo de un estado de ánimo que puede responder a una situación económica familiar objetiva o que puede estar mediatizada por opiniones y factores externos, marcando el comportamiento ante el consumo.

La opinión más generalizada entre los hogares madrileños apunta a que es un mal momento para hacer grandes compras (50,5 por ciento). El 13,7 por ciento se muestra indiferente y un 24,7 por ciento opina que es un momento favorable.