MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han tenido en Madrid a un hombre acusado de pasar hachís oculto en pelotas de tenis que lanzaba al patio de una cárcel desde el exterior de las instalaciones de la prisión. El arrestado hacía llegar a los internos pequeños teléfonos móviles escondidos en calcetines para poder coordinar la recogida de la droga.
La detención se produjo cuando el hombre, un antiguo interno de la cárcel que conocía por ello las instalaciones, fue localizado cuando caminaba por un camino contiguo al vallado perimetral de la prisión instantes después de un lanzamiento.
La operación se inició el pasado mes de septiembre cuando los funcionarios del centro penitenciario tuvieron indicios de que se estaban introduciendo sustancias estupefacientes y teléfonos móviles en el interior de la prisión.
En concreto, se ocultaban dentro de pelotas de tenis o calcetines que eran lanzados a modo de honda para aumentar su potencia, asegurando de este modo que traspasarían la valla perimetral del recinto.
En colaboración con Instituciones Penitenciarias y el centro penitenciario afectado, la investigación determinó que no se trataba de un hecho aislado sino que con anterioridad se habían producido otros lanzamientos.
ANTIGUO INTERNO DE LA PRISIÓN
Así, los agentes comprobaron que se trataba de una operativa organizada por un grupo de internos y un individuo que anteriormente había cumplido condena en la prisión que, siendo conocedor de la estructura de la misma, seleccionaba con mayor precisión los puntos de lanzamiento.
En el marco de la investigación, el pasado mes de noviembre se comprobaron varios lanzamientos de droga, con la localización de paquetes que contenían trozos de hachís, así como pelotas de tenis rajadas que contenían esta droga y microteléfonos móviles. Algunos de estos lanzamientos resultaban fallidos al no traspasar el cercado.
A raíz de ello se llevaron a cabo diversos registros en las celdas de algunos internos que podrían estar involucrados en los incidentes, descubriendo el estupefaciente que habían recogido, además de notas manuscritas que hacían referencia a los lanzamientos.
Finalmente y tras varios meses de investigación que contó con la colaboración de Instituciones Penitenciarias, se logró la detención de un varón en el momento que caminaba por un camino contiguo al vallado perimetral de la prisión.
Los policías pudieron detectar que había dejado caer en el interior del patio una pelota de tenis rajada con hachís, un smartwatch y un teléfono móvil.
Los presos encargados de interceptar los paquetes eran recompensados posteriormente. La Policía ha dado por desarticulada la organización ya que tras el arresto han cesado este tipo de prácticas, mientras que el arrestado ha sido puesto a disposición judicial como presunto responsable de un delito contra la salud pública.
