La exposición 'Miró: Tierra' en el Museo Thyssen recorre la trayectoria del artista catalán y su pasión por la orbe

Actualizado: domingo, 15 junio 2008 14:21

MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Museo Thyssen-Bornemisza recorre la obra inédita de Joan Miró relacionada con un tema recurrente en su producción pero que no había sido nunca objeto de una exposición monográfica: la tierra. Bajo el título 'Miró: Tierra' la muestra, que se inaugura mañana, recorre la trayectoria del artista catalán a través de cerca de 70 obras -pinturas, esculturas, dibujos, collages y cerámicas- procedentes de numerosos museos y colecciones de todo el mundo. Miró (Barcelona, 1893 -Palma de Mallorca, 1983) es considerado uno de los máximos representantes del Surrealismo.

Tomàs Llorens, ex conservador jefe del Museo Thyssen-Bornemisza, es el comisario de esta muestra, centrada en el concepto "tierra" en su acepción más amplia y simbólica: desde la fuerte conexión con su Cataluña natal, su gente y sus tradiciones, o su fascinación por el mundo rural y el culto a los orígenes, hasta los temas relacionados con la sensualidad y la fertilidad, el infierno y la metamorfosis, la vida y la muerte, la materia y la negación de la forma.

Desde el punto de vista formal, la exaltación de la materia y de los materiales que componen la obra de arte son también muestra de esta conexión telúrica en la producción de Miró, que le lleva a buscar soluciones formales en muchas ocasiones inéditas y extraordinarias.

Organizada en colaboración con Ferrara Arte, esta exposición ha contado con el apoyo de la Successió Miró y reúne tanto préstamos destacados -obras fundamentales en el conjunto de su producción pero apenas vistas en Madrid y cedidas excepcionalmente por museos como el MoMA, el Guggenheim de Nueva York o el Centre Georges Pompidou-, como algunas piezas prácticamente inéditas procedentes de colecciones particulares internacionales.

SU AMBIENTE RURAL.

El recorrido de la muestra se abre con las obras inspiradas en el ambiente rural de la localidad catalana de Mont-roig. Estos paisajes, pintados entre 1918 y 1921, fueron para Miró una verdadera revelación de lo rural y están imbuidos de un sentido específico de lugar frente al desarraigo metropolitano de su Barcelona natal.

La exposición se cierra con las grandes obras de Miró, por su formato monumental, y los temas ligados a lo femenino o a la sensualidad en su sentido más primordial y telúrico; son asuntos que tocan la cuerda más profunda de la sensibilidad del artista, desde la serie de mujeres y pájaros, a las esculturas de mujer en bronce y cerámica -esenciales y enigmáticas como si fueran ídolos primitivos-, hasta los ensamblajes que incorporan siempre nuevos materiales, como las emblemáticas obras que forman el ciclo titulado Sobreteixim (1972-1973). Todo ello muestra a un artista en búsqueda constante de nuevos y originales procesos creativos, de nuevas formas de expresión.

Joan Miró se forma artísticamente en la Llotja de Barcelona y posteriormente en la Academia de Francesc d'A. Galí, de espíritu más renovador. En 1917 Picabia llega a la ciudad, funda la revista dadaísta 391 y pone a los jóvenes artistas catalanes en contacto con el arte internacional.

A finales de 1920 Miró viaja por primera vez a París, donde conoce a Picasso. Durante toda esa década alterna los inviernos parisinos con largas estancias en la masía familiar de Mont-roig, en el campo de Tarragona. Esos serían los años cruciales de su carrera artística, en los que descubre su lenguaje personal. La imaginación de Miró encontró su verdadera expresión a través de sus contactos con los poetas dadaístas y con el grupo surrealista. Con estos últimos compartía muchos de sus planteamientos teóricos, pero no estaba integrado del todo en el grupo ni asistía regularmente a sus reuniones y actividades. .

A partir de la década de los años 1930, Miró se consagró como una de las figuras más destacadas del panorama artístico internacional y como uno de los artistas clave del siglo XX. Los últimos años de su vida los pasó en Palma de Mallorca, trabajando en su estudio de Son Abrines, diseñado por Josep Lluís Sert.