MADRID 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) rechazó hoy el tercer "tarifazo" aprobado por el Gobierno regional hace unos días en el transporte público, al entender que constituye una medida "meramente recaudatoria" que carga sobre los usuarios las consecuencias de "la mala gestión" del transporte público del Ejecutivo de Esperanza Aguirre.
"Una gestión que, primando las inauguraciones de carácter electoralista sobre el mantenimiento y mejora del servicio, aparece como reflejo de la política ultraliberal del equipo de Aguirre, que busca cargar sobre las espaldas de los usuarios los costes derivados de las ampliaciones y nuevas obras", denunció la Federación, que destacó que la medida supondrá un encarecimiento del 8,36 por ciento en el transporte público en lo que va de año.
En un contexto de importante recesión económica, según la FRAVM, la imposición de un incremento acumulado del precio del transporte público que triplica el IPC en Madrid "no sólo no ayuda en absoluto a las familias más desfavorecidas sino que sirve para desincentivar el uso del transporte público", indica Carmen Lostal, responsable de Movilidad y Transportes de la FRAVM.
"Es una auténtica barbaridad que, además, los mayores aumentos se produzcan en algunos de los abonos más utilizados, como el Normal A, que pasa de 43,50 euros a 46 euros o el Metrobús de 10 viajes, que experimenta una subida de 40 céntimos", denunció.
La FRAVM destacó que este nuevo tarifazo ha salido adelante con la oposición manifiesta de las entidades sociales y sindicales que están representadas en el Consorcio Regional de Transportes y, por todo lo anterior, anuncia que promoverá y se sumará a todas aquellas iniciativas que se opongan a la subida y luchen por la congelación de los precios.
Según la FRAVM, las Administraciones no deberían cargar todos los efectos de la crisis en la ciudadanía. Instó, por tanto, al Gobierno regional a que estimule el ahorro privado fomentando el uso del transporte público, más cómodo, rápido y económico y más respetuoso con el medio ambiente que el vehículo privado, conteniendo para ello el precio de las tarifas. "La necesidad de apretarse el cinturón para hacer frente a la crisis económica no debe, en ningún caso, llegar a ahogar a los de siempre", apostilló.