El hombre que mató a otro arrojándole al Metro admite que lo empujó pero alega que estaba drogado y no fue intencionado

Juicio al joven que mató a un hombre arrojándole a las vías del Metro en julio de 2018
Juicio al joven que mató a un hombre arrojándole a las vías del Metro en julio de 2018 - EUROPA PRESS
Publicado: martes, 22 octubre 2019 17:55

MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

El hombre que mató a otro el 14 de julio de 2018 tirándole al Metro en la estación de Santa Eugenia cuando el tren emprendía la marcha ha admitido en el juicio que lo empujó pero alega que estaba bebido y drogado y que su intención no era arrojarlo a las vías.

En el juicio que se ha celebrado este martes en la Audiencia Provincial de Madrid, se han exhibido varios vídeos de Metro del momento de los hechos, unas imágenes que solo han podido ver los jueces, abogados y los once miembros del jurado, que han lanzado algún suspiro viendo el momento del empujón.

A continuación, ha declarado el procesado, Ángel Alfonso B., de 27 años, quien se ha reconocido en dichas imágenes como la persona que se bajó del vagón, dio un empujón al fallecido, José Pedro Escorial, de 55 años, y luego se tapó la cara con su camisa para subir las escaleras y salir de las instalaciones del suburbano.

El acusado ha relatado que tomó el Metro en la estación de Móstoles Central pasadas las 23.30 horas para ir a un cumpleaños y que, como iba sin reloj y sin móvil, en la estación de Casa de Campo pidió la hora a los pasajeros. "Una persona me contestó y otro, el fallecido, me soltó un comentario un poco extraño que me pareció desacertado y me pilló por sorpresa", ha dicho.

Después, según ha continuado, hubo un pequeño encontronazo entre ambos y él se fue a la esquina del vagón porque sus sensaciones "no fueron buenas". Ya en la estación de Aluche, la víctima pasó por su lado y se cambió de vagón. "Yo estoy en la esquina y cuando pasa por mi lado se me queda mirando y veo que se mete en la otra cabecera del Metro. Yo no le amenacé, ni le miré mal", ha manifestado.

Pero Ángel Alfonso ha detallado que desde la ventana del otro vagón, ese hombre, a lo postre el fallecido, "le sigue mirando y haciendo gestos raros a modo de...". "Yo no entendía a qué venían esos gestos", ha subrayado.

Ya en la estación de Eugenia de Montijo los dos hombres salieron de sus respectivos vagones. "Al salir veo a esta persona, que va hacia mí y yo le digo: ¿a ti qué te pasa? Entonces le doy el empujón y veo que esta persona se cae y escucho el golpe", ha relatado el procesado, que ha insistido durante el juicio que su percepción era que el fallecido venía hacia él y no al revés, como le ha apuntado el fiscal tras el visionado de los vídeos.

"Cuando salgo yo me lo encuentro enfrente y pienso que aquí pasa algo. En ese momento no soy consciente de lo que pasó. Mi percepción es que él viene hacia mí. Al verlo de nuevo a mí me descolocó. Me sentí amenazado", ha insistido.

HABÍA CONSUMIDO ALCOHOL Y DROGAS

Ángel Alfonso ha aseverado que cuando le empujó no vio que el tren había ya emprendido la marcha ni las líneas de separación con los vagones. "Yo había consumido alcohol y drogas. Físicamente estaba bajo sus efectos. Las drogas dan sensación de euforia, bienestar; también te potencia la tristeza. No me fijé que el tren había arrancado", ha precisado.

De hecho, el enjuiciado ha reiterado que había consumido, además de alcohol, cocaína, cristal, pastillas y MDMA "en cantidades largas" desde las 14 horas, por lo que en ese momento tenía "una explosión de emociones". Y que por ello se tapó la cara con la camiseta porque "lo único que quería era desaparecer". "Lo que había ocurrido allí era algo horrorosa. Fue mi manera de reaccionar, no para intentar ser identificado", ha apostillado.

En la misma, el acusado ha señalado que lo que ha visto en las imágenes de Metro "no lo recuerda como tal". "Después de todo eso no entendía lo que estaba pasando. A día de hoy lo sigo sin entender. Una de las cosas por las que empiezo a pensar que no me cuadra es que siento con ganas de llegar al sitio donde quería para reunirme con mis amigos", ha añadido.

El encausado ha reafirmado en que empujó a la víctima a las vías porque venía hacia él. "Cuando ves que alguien va a hacia ti, ¿qué haces? La intención era simplemente decirle '¿a ti que te pasa, qué es lo que pasa?. No entiendo. Me da la sensación que el fallecido no estaba sano en el sentido de que estaba un poco bebido por las formas y demás, con sensación de prepotencia", ha asegurado.

El empujón provocó la muerte en el acto a la víctima, que cayó entre los vagones y, debido a que el Metro había comenzado su movimiento de salida de la estación, provocó que fuera arrollado violentamente. "El muerto chocó contra uno de los vagones, quedó entre la carrocería de vagón y vagón y fue llevado por el Metro", ha indicado el propio detenido.

Por último, Ángel Alfonso B. ha pedido perdón a la familia. "Lamento de todo corazón lo ocurrido, es algo muy duro. Yo perdí a mi padre y sé lo que se siento. Hay una familia destrozada, lo siento mucho, de todo corazón", ha concluido.

"EL PERDÓN ES POSTUREO. YO NO LE PERDONO"

Tras terminar la sesión, el cuñado del fallecido, Francisco Torres, ha manifestado que la forma de pedirles perdón ha sido "muy hipócrita". "Pedir perdón me parece muy bien, pero yo no le perdono. No quiero perdón ni nada, solo que haya justicia. Y que esos 12 ó 14 años esté en la cárcel", ha dicho.

Torres espera que el jurado con sentido común "verá lo que hay" y ha explicado que su cuñado ni bebía ni se drogaba ni tenía problemas con la gente.

Por eso, considera que el testimonio del acusado "no es creíble". "No creemos que después de drogarse ni beber tantas horas tenga la capacidad de decir que hay una persona que no lo entiende. Estás hasta arriba de drogas y no tienes ni idea de lo que ha pasado. Podrá descargar sus culpas pero no entiendo esas formas", ha agregado.

Además, el familiar de la víctima ha trasladado a la prensa el contenido de las imágenes del Metro. "Mi cuñado va andando en su dirección y el otro fue a por él. Cuando algo le dice, se da la vuelta, que estaba de espaldas, y entonces le empuja. Se ve perfectamente. No hay un forcejeo ni nada de nada", ha relatado.

Por su parte, la madre del fallecido, de 81 años, que vivía con él, espera que el supuesto asesino de su hijo sea condenado y no salga a la calle "para que no lo haga más". "Una cosa es tener una discusión y que caiga y otra que te den un empujón. Mi hijo no va a volver y estaba lleno de vida", ha concluido entre lágrimas.

Mañana miércoles continuará el juicio con la declaración de testigos y familiares de la víctima. El fiscal pide 14 años de cárcel para el acusado por un delito de homicidio y 250.000 euros para sus parientes por responsabilidad civil subsidiaria, mientras que la acusación particular lo rebaja a 15 años. La defensa pide la absolución.