Denuncia que le propinó una paliza, le dio patadas y empujones y la cogió del cuello para intentar asfixiarla
MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
La nigeriana agredida el pasado 14 de febrero en la estación de Metro de Joaquín Vilumbrales, supuestamente por un revisor de Metro, denunció que el vigilante le chillaba que la iba "a matar" y que iba a "acabar con la vida" de los inmigrantes "uno a uno".
En declaraciones a Europa Press, Lilian confesó que ese día acompañada por una amiga desde la estación de Príncipe Pío y un revisor les pidió el abono transporte. Al enseñárselo, el supuesto agresor les exigió que se bajaran del vagón y, una vez en el andén, les pidieron la documentación.
Cuando el vigilante de seguridad le dijo que su identificación era "falsa", Lilian intentó escabullirse argumentando que tenían "que ir a trabajar" y el agresor le contestó que ellas no trabajaban sino que eran "putas". Ella le increpó diciendo que "la puta lo sería su mujer".
"MANOS EN EL CUELLO".
Lilian recordó que fue entonces cuando el vigilante --al que describió como un hombre de 1,70 y delgado-- le propinó "una paliza, patadas y empujones" y le puso "las dos manos en el cuello para intentar asfixiarla".
De todas las personas que presenciaron la agresión, sólo una "mujer con un carro de niña" se acercó para ayudarla y un vigilante le insultó diciéndole que "era una puta y que se fuera a su país".
Desde hace casi un mes, Lilian, que aún lleva collarín, contó que no duerme bien por la noche ni coge el Metro ya que tiene "mucho miedo" por si "vuelve a verle" y le "hace daño".
Por su parte, un portavoz de Metro en declaraciones telefónicas afirmó que las dos mujeres intentaron colarse "con un abono transporte falso" y por ello el vigilante les pidió que se identificaran.
Según precisó, le recriminaron que "eran unos racistas" y que "lo hacían por ser mujeres". El vigilante ha denunciado también a Lilian por haberle clavado las uñas en la cara y producirle heridas graves, explicó el portavoz de Metro.
