Una víctima: "Más de cinco policías me golpearon, me pisotearon y arrastraron mi cara por el suelo"

Actualizado: jueves, 12 junio 2008 17:48

MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

Hace cinco años, Eduardo Morales Moreno recibió una paliza a manos de varios miembros del Cuerpo Nacional de Policía frente a las puertas de la discoteca madrileña Joy Eslava, donde trabajaba como aparcacoches. "Más de cinco policías se abalanzaron contra mí, me golpearon, me pisotearon y arrastraron mi cara por el suelo", recordó la víctima, quien sufrió la agresión después de que le solicitaran identificarse a propósito de otra pelea en las inmediaciones de la sala.

Dos de los agentes que participaron en el ataque se sentaron hoy en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Madrid por un delito de detención ilegal y una falta de lesiones. En el trámite de conclusiones, la fiscal solicitó para Carlos Pulido una multa de 1.080 euros y nueve años de inhabilitación absoluta, mientras que para Pedro Calderón de la Barca pidió 180 euros por una falta de lesiones. Además, reclamó que indemnicen con 300 euros a la víctima.

El altercado se produjo sobre las 5.15 horas del 13 de noviembre de 2003, cuando Pulido fue alertado por otros compañeros acerca de que habían mantenido un pelea con unos individuos en las proximidades de la sala. Los porteros de la discoteca habían impedido a los agentes refugiarse en la misma, lo que motivó que avisaran a otros policías.

Una vez en el lugar, el procesado solicitó al personal de la puerta de la discoteca que se identificase. Morales le indicó que tenía su DNI en la taquilla del vestuario, contestándole el agente que "le iba a enseñar a sus compañeros como eran los calabozos". Entonces, el joven extendió sus brazos hacia delante con las manos juntas, momento en que el procesado le agarró por el brazo para desplazarle hasta donde estaban los otros agentes, entre ellos Calderón de la Barca, para proceder a su detención.

"Me esposaron a base de golpes y malos tratos. Todos los policías se echaron encima mía. Uno de ellos me dio un rodillazo en la cabeza para impedir que pudiera moverme. Recibí golpes por todos los lados", narró el joven, quien tras ser detenido fue trasladado al hospital por las lesiones que presentaba.

PARTE MÉDICO DESAPARECIDO

El agredido explicó a la Sala que en ningún momento se negó a entregar su identificación a los agentes, así como haber intentado dar un puñetazo a uno de ellos, en contra de la versión de los procesados. Según apuntó, no les pidió explicaciones por la detención. Además, señaló que al salir de los calabozos tuvo que ir al hospital a coger el parte de lesiones porque había desaparecido de la Comisaría.

Frente a su relato, Pulido contó al tribunal que al llegar a la zona requirió a los empleados los DNI tras ser avisados por otros agentes de la pelea ocurrida poco antes en la zona. El agente manifestó que la víctima le espetó que "cómo iba a dar su documentación a un policía de mierda", lo que motivó que este le indicara que les tenía que acompañar a la Comisaría a afectos de documentación.

"Me hizo un gesto con las manos e intentó darme un puñetazo. Me eché sobre él y mis compañeros me auxiliaron", apunto el agente, negando que se hubiera excedido en el uso de la fuerza durante la detención. Calderón de la Barca refrendó su versión e insistió en que el arresto fue "correcto y motivado". En lo que se refiere a su acusación, declaró que "en ningún momento" agredió al aparcacoches.

En su informe, la miembro del Ministerio Público recalcó que "no había motivo para la detención", puesto que el joven no ofreció "resistencia ni incurrió en un atentado a la autoridad o en desobediencia", corroborando su afirmación con el vídeo que captó lo sucedido y que fue visionado por los magistrados minutos antes.