MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -
Una de cada tres empresas españolas aumentará su flota de vehículos este año, según se desprende del Observatorio de Movilidad elaborado por la empresa de movilidad y renting Arval, que asegura que las restricciones asociadas a la pandemia del coronavirus tuvieron un impacto más acusado en las flotas de coches comunitarias (62%) que en las españolas (52%).
En concreto, las firmas españolas mantienen sus expectativas de crecimiento de sus flotas en los próximos años, con el presente y el próximo ejercicio liderando los aumentos. Así, un 39% de las compañías prevé crecer este año en ese sentido.
Los datos del informe, recogidos por Europa Press, indican que hasta un 39% de las empresas españolas incrementará su flota, pero un 7% dice que la reducirá, por lo que el balance se sitúa en el 31%. Estos datos son inferiores a los de la Unión Europea, donde el 43% de las compañías subirá el número de vehículos de los que dispone, un 8% los disminuirá, con un balance del 35% de incremento.
"La preocupación por una movilidad más sostenible ya se encuentra instalada en la cultura de las firmas españolas. El 67% de las compañías ya ha tomado medidas para reducir las emisiones de sus flotas, con las empresas de gran tamaño a la cabeza, ya que el 82% de las que superan el centenar de trabajadores ha implementado actuaciones en este sentido", ha subrayado Arval.
Así, la diversidad del mix energético y de las opciones electrificadas mantiene su crecimiento en las flotas corporativas. Por ello, el 79% de las empresas espera implementar al menos una tecnología en los próximos tres años, con el vehículo híbrido como la opción que más convence.
Por su parte, el coche eléctrico es un vehículo a barajar por el 54% de las empresas españolas, que esperan hacerse con un modelo de estas características en los próximos tres años. El 42% de las firmas ya cuenta con puntos de carga para sus modelos enchufables.
Los motivos para implementar o considerar nuevas energías o tecnologías en la flota son racionalizar el gasto de combustible (54%) y generar menos emisiones (53%). Otro aspecto común es poder conducir en zonas restringidas al tráfico en las ciudades (48%) o anticiparse a futuras normativas (42%) a la vez que cumplir con las propias políticas de responsabilidad social corporativa (40%), mejorar la propia imagen (38%) y optar a incentivos fiscales (38%).
