Publicado 11/06/2024 11:07

La mayoría de las empresas alemanas, a favor de imponer aranceles a China y amenazan con despidos

Porcentaje de empresas alemanas que consideran que la competencia China puede suponer un desafío a su negocio
Porcentaje de empresas alemanas que consideran que la competencia China puede suponer un desafío a su negocio - INSTITUTO ECONÓMICO ALEMÁN

Las empresas chinas compiten con precios un 30% más bajos que las europeas

MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

Más de nueve de cada diez empresas alemanas consideran la competencia procedente de China un gran desafío para sus negocios y una mayoría se muestra a favor de imponer aranceles punitivos a las importaciones de, entre otros productos, los coches eléctricos, según el último informe del 'think tank' Instituto Económico Alemán (IW, por sus siglas en alemán) publicado este martes.

Al menos la mitad de las empresas afirman que la competencia china ofrece unos productos comparables a los producidos en territorio germano con un descuento del 20%, lo que enfrenta el dilema de bajar los precios y asumir el incremento de costes o perder cuota de mercado a favor de los productores extranjeros. De hecho, las firmas asiáticas son capaces de competir con facturas un 30% inferiores a las europeas.

En concreto, el 63% de las compañías alemanas encuestadas dicen sentir una "fuerte presión" competitiva de China y consideran que no compiten en igualdad de condiciones por los subsidios gubernamentales que ofrece el Ejecutivo de Xi Jinping a la innovación y el desarrollo de sus empresas nacionales.

Como resultado de esta elevada competencia, muchas empresas admiten haber perdido clientes y una caída de los beneficios. En este último caso, entre el 60% y el 95% de las encuestadas ven complicado volver a obtener las cifras de negocio de años pasados. Asimismo, una proporción elevada admite haber tenido que recurrir durante los últimos meses a recortar la producción, despidos y deslocalizaciones para seguir adelante.

De hecho, en el sector industrial, las empresas manufactureras amenazan con más recortes de puestos de trabajo como resultado de la competencia de China aunque, en este caso, todavía representan poco menos del 23% de los aproximadamente 7,5 millones de empleados en este sector.

CRISIS DE TAIWÁN Y DEMÁS TENSIONES

Las empresas estiman que la probabilidad de una guerra comercial con China con motivo de un estallido del conflicto de Taiwán en los próximos diez años es alta, alrededor del 70%. Las tasas de aprobación de las compañías sobre imponer aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos subsidiados y la posible prevención de la transferencia de tecnología sensible, que amenaza con transferir alta tecnología de las empresas alemanas al ejército chino, también son notablemente elevadas.

Alrededor del 80% de las empresas encuestadas consideran que estas medidas están justificadas o parcialmente justificadas en determinadas condiciones.

La decisión de la Comisión Europea sobre la aplicación o no de estas trabas comerciales a los vehículos procedentes del gigante asiático es inminente, se espera, de hecho, que se haga pública a lo largo de los próximos días tras la celebración de las elecciones europeas el pasado fin de semana.

En consecuencia, el número de vehículos eléctricos chinos importados a la UE se reduciría en una cuarta parte --unos 125.000 coches-- si Bruselas impusiera un arancel del 20%, acorde a los datos ofrecidos en el último análisis sobre la economía mundial del Instituto Kiel.

En estos momentos, marcas como Porsche o Mercedes-Benz admiten estar preocupadas por la escalada comercial entre Bruselas y Pekín que podría terminar costándole a las empresas chinas cerca de 4.000 millones de euros en relaciones comerciales con los países del viejo continente.

De momento, China no ha anunciado oficialmente ninguna represalia, aunque Pekín ha señalado que está dispuesta a imponer aranceles de hasta el 25% a los automóviles importados con motores de gran cilindrada.

"Esperar contramedidas de China provocaría ciertas desventajas económicas para Alemania, pero habría que aceptarlas ya que los efectos serían soportables porque nuestra dependencia económica general de China es limitada; además, si la UE renuncia a la imposición de aranceles, se produciría una erosión silenciosa y costosa de nuestra base industrial", ha comentado el jefe de la unidad de Investigación de economía internacional, mercados financieros e inmobiliarios del IW, Jürgen Matthes.

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