La Guardia Civil sospechó del acusado de matar a su madre y a su hermano porque su relato "no cuadraba"

Europa Press Murcia
Publicado: martes, 8 febrero 2022 16:35


MURCIA, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

El capitán de la Guardia Civil que fue el instructor del atestado del doble crimen de Las Torres de Cotillas, por el que está siendo juzgado el hijo y hermano de las víctimas, ha indicado que empezaron a sospechar del encausado al darse cuenta de que en su relato había "muchas cosas que no cuadraban", como el tiempo transcurrido o cómo se había encontrado a las víctimas.

Además, un detalle que les llamó la atención es que no estuviera manchado de sangre, a pesar de haber relatado que abrazó a su hermano agonizando y que murió en sus brazos. Si esto fuera así, ha señalado el testigo, "tendría que tener la ropa chorreando" y no era el caso.

La única parte donde se le encontró restos de sangre fue entre los dedos y las uñas de los pies, pero no en los calcetines ni en el interior de los zapatos, cosa que no sería posible si hubiera estado andando descalzo por la casa (sólo con calcetines) como había contado el sospechoso y como reflejaban las huellas encontradas en la casa.

Esta circunstancia hizo sospechar a los agentes que se había cambiado los calcetines e intentado limpiarse, quedando restos en esas zonas.

El agente ha relatado que en principio no descartaron ninguna línea de investigación, pero pronto rechazaron la posibilidad de que los hubiera cometido un sicario, porque los asesinos a sueldo suelen llevar consigo las armas homicidas; ni que fuera un robo, ya que las joyas estaban en su sitio, no había nada revuelto, las puertas estaban cerradas y las ventanas no violentadas.

Fue después, cuando el padre les dijo si podía recuperar algunos efectos personales, entre ellos dinero oculto en la mesilla de noche, cuando se dieron cuenta de que faltada, pero la habitación no estaba revuelta como suele ocurrir en un robo.

Desde que acudió al cuartel de la Guardia Civil a denunciar, I.G.P. se encontraba "muy alterado y nervioso", lo que consideraron comprensible en una persona que acaba de encontrar fallecidos a sus seres queridos, pero cuando se acordó que pasara de la condición de testigo a la de investigado, por las contradicciones en las que incurrió, su conducta con respecto a los agentes "pasó de ser colaborativa a convertirse en agresiva y violenta", amenazando verbal y físicamente a los agentes.

Otros testigos, que han declarado este martes en la tercera sesión de la vista oral que se desarrolla en la Audiencia Provincial de Murcia, han reiterado el estado "alterado" del acusado cuando acudió a denunciar, la ausencia de sangre en la ropa y que los repetidores de telefonía móvil situarían al encausado en la zona de la vivienda familiar en el tramo horario en el que las autopsias determinaron el fallecimiento de las víctimas.

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