MADRID 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente del sindicato de prisiones Acaip, Juan Figueroa, en declaraciones a Europa Press, exigió hoy al Ministerio del Interior que restrinja "inmediatamente" el contrato con la empresa que suministra la tecnología de GPS para el control de determinados presos, entre ellos, Maximino Couto, que en un permiso penitenciario asesinó el pasado sábado por la mañana a su ex mujer, hirió de gravedad a un matrimonio, vecinos de ésta, y causó heridas leves a un policía.
Figueroa dejó claro que su petición se produce atendiendo a la "versión oficial" ofrecida por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y por el director de la prisión de A Lama, José Antonio Gómez Novoa, que apuntan a un fallo técnico para explicar que el agresor llegase hasta el edificio donde reside su ex mujer, que en ese momento no se encontraba allí, y aprovechase para herir a sus vecinos, sin que la alarma saltase.
Igualmente, Acaip reclamó una indemnización para las cuatro víctimas y pidió que se ponga en conocimiento de la autoridad judicial los hechos ocurridos por si la empresa incurriese en alguna responsabilidad penal. "Hay que esclarecer los hechos porque se está perjudicando el buen nombre de los funcionarios de Instituciones Penitenciarias", añadió Figueroa.
Según informaron a Europa Press fuentes de Instituciones Penitenciarias, el GPS de Couto que marca la ubicación del preso funcionaba tras ser detenido, pero la alarma que debe saltar en la Unidad de Vigilancia Electrónica cuando se adentra en la "zona de exclusión" nunca se activó.
El sistema de control impuesto a Couto le debería haber impedido acercarse al domicilio de su ex mujer. Si hubiese funcionado correctamente, una alarma tendría que haberse activado en la Unidad de Vigilancia Electrónica, situada en dependencias de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias en Madrid, donde funcionarios trabajan las 24 horas.
El protocolo marca que tras la alarma, los funcionarios de Prisiones deben alertar inmediatamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en una zona que el preso tiene vedada, denominada "de exclusión".
Al no saltar la alarma, Couto pudo dirigirse al domicilio de su ex mujer, que no estaba, y emprenderla a cuchilladas con sus vecinos, un matrimonio que declaró contra él en el juicio por maltrato que culminó en una condena de 2 años y 7 meses. También resultó herido leve un policía que intentó reducir al preso. Couto venía de asesinar presuntamente a su actual pareja sentimental, quien no le había denunciado anteriormente por agredirla.
Según las fuentes consultadas, el protocolo en el permiso penitenciario de Couto se siguió correctamente. Desde Instituciones Penitenciarias se avisó de la salida del preso de la cárcel de de A Lama (Pontevedra) a la Unidad contra la Violencia de Género de la Delegación del Gobierno, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y al organismo competente de la Xunta de Galicia.