Aguirre dice que las víctimas son los "máximos referentes morales de la democracia" y "nadie" puede hablar de paz sin contar con ellas
MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Miguel Ángel Blanco entregó hoy el XI Premio a la Convivencia a Irene Villa y a su madre María Jesús González, víctimas de un atentado de ETA con coche bomba el 17 de octubre de 1991, por considerar que ambas son "ejemplo de esperanza y de fortaleza" para las demás víctimas y para el conjunto de la sociedad española.
Así lo aseguró Mari Mar Blanco, presidenta de la fundación y hermana del concejal del PP asesinado por ETA hace ahora 11 años, en un acto de homenaje a la memoria de Miguel Angel Blanco, que contó con la presencia de la jefa de gobierno regional, Esperanza Aguirre, el líder del PP, Mariano Rajoy, el ex ministro Federico Trillo y numerosas víctimas de ETA.
El acto, celebrado en la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, sirvió para rendir homenaje a las víctimas con la inauguración de la exposición 'En pie de foto. Cien miradas desde el dolor. El terrorismo crimen contra la humanidad', una muestra con 120 fotografías organizada por la Fundación Miguel Angel Blanco y que estará abierta al público hasta el 12 de agosto. Esta exposición fue presentada en París en el año 2004 y desde entonces ha recorrido España y también Bruselas, Estrasburgo y Londres para denunciar el terrorismo.
APLICAR LA LEY Y NO CESION A ETA.
Mari Mar Blanco aseguró que la Fundación Miguel Angel Blanco ha querido homenajear a Irene Villa y su madre por ser dos "mujeres ejemplares" que han sabido "convertir el dolor injusto en coraje humano y compromiso cívico". "Son un ejemplo de esperanza y fortaleza para otras víctimas y para la sociedad española", proclamó.
Después recordó el asesinato hace once años de su hermano Miguel Ángel, un "símbolo" y un "referente" con cuyo asesinato se inició el camino en la lucha contra el terrorismo que "más éxitos ha dado" y que fructificó con el Pacto Antiterrorista.
Mari Mar Blanco quiso dejar claro que las víctimas no han cambiado y que exigen "la aplicación de la ley, la no cesión a ETA y la resistencia cívica ante la barbarie". "Hemos mantenido la dignidad y seguimos pensando lo mismo que hace 11 años", enfatizó.
"ESTE PREMIO ES UN BALSAMO PARA MIS HERIDAS".
En su intervención, María Jesús González aseguró que el galardón recibido hoy era un "bálsamo" para las heridas, sobre todo después de que el Gobierno socialista decidiera "romper" el Pacto Antiterrorista, "posiblemente sin mala intención", "negociar con los asesinos" y "dejar sin voz a las víctimas".
Su hija Irene Villa calificó de "doloroso" el proceso vivido hace unos meses cuando algunas personas le paraban por la calle y le preguntaban si las víctimas no querían la paz y si "estaban politizadas". Así, dijo que tuvo que aguantar "comentarios injustos" y "agravios indebidos" y que se sintió "maltratada por los medios de comunicación".
Según explicó, a partir de ese momento optó por defender su compromiso a través del esquí adaptado y afirmó que la cercanía y el cariño de la sociedad es lo que "ayuda a curarse". "Sin ese calor, apoyo y cariño, muchos probablemente no nos habríamos repuesto del resurgimiento de ETA cuando más débil estaba. Es una espina que tenemos en el corazón", recalcó, para añadir que las movilizaciones viendo a "España unida" y con la bandera la llenaron de "ánimo y energía".
EL SACRIFICIO DE MIGUEL ANGEL "NO FUE EN VANO".
Finalmente tomó la palabra Esperanza Aguirre, quien manifestó que el sacrificio de Miguel Angel Blanco "no fue en vano" porque gracias a él los españoles tomaron "plena conciencia de que las víctimas son los máximos referentes morales de la sociedad y de la democracia".
"Honrar la memoria de Miguel Ángel es mantener viva la de todas las víctimas del terrorismo", resaltó, para añadir que "nadie tiene derecho a hablar de paz" en nombre de las víctimas y "sin antes contar con ellas" porque si las víctimas "han renunciado al odio y la venganza es porque confían en el Estado de Derecho".
Aguirre subrayó que Irene Villa y su madre son un "símbolo de coraje humano y de convivencia cívica frente al totalitarismo" de ETA, así como un "ejemplo de esperanza, entereza, dignidad y solidaridad para toda la sociedad española". Ambas mujeres, continuó, encarnan la "infinita distancia moral que separa a los terroristas de las víctimas".
RAJOY PIDE "APOSTAR CLARAMENTE POR LA DERROTA DE ETA".
Al término de la entrega de los XI Premios a la Convivencia a Irene Villa y María Jesús González, Rajoy quiso expresar su "total y absoluto apoyo" a la Fundación Miguel Ángel Blanco que preside Mari Mar Blanco, miembro actualmente de la Ejecutiva del PP.
El presidente de los 'populares' destacó que la lucha antiterrorista requiere "apostar claramente por la derrota de ETA", apoyar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, incrementar la colaboración internacional, promover "mejores leyes para ser más eficaces" y, "sobre todo de pedagogía y de recuerdo".
"Hoy hemos recordado aquí que hay muchos españoles que han muerto para defender la vida, la libertad y los derechos de los demás. Estarán siempre en nuestra memoria y nuestro gran objetivo como nación siempre tendrá que ser la vida, la libertad y los derechos individuales de las personas y, por tanto, ganar la batalla y derrotar el terrorismo", concluyó.
