JAÉN, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP andaluz, Javier Arenas, aseguró hoy que con casos como el de un niño de diez años que fue violado por cuatro de sus compañeros en el CEIP 'Nueva Andalucía' de Adra (Almería) ponen de relieve que "hay que modificar la ley".
En su intervención durante la junta directiva provincial del Partido Popular de Jaén celebrada hoy en la capital jiennense, Arenas insistió en que es "urgente el cambio legislativo de las normas que afectan los menores. "Hay que cambiar la ley del menor y hay que defender siempre a las posibles víctimas", apostilló.
En este sentido, aludió al caso de Adra en el que la Fiscalía "ha archivado el asunto porque el acusado tiene 13 años". "Cuando pasan estas cosas hay que modificar las leyes porque tienen que estar al servicio de la sociedad", afirmó.
Por otro lado y junto a la petición de cambios legislativos, Arenas señaló que también es necesario "penalizar con mucha más intensidad la reincidencia y determinados delitos graves".
La madre de la víctima denunció la violación de su hijo de diez años por parte de cuatro compañeros de colegio de entre 13 y 15 años después de que la Fiscalía de Menores haya ordenado el archivo de la causa abierta contra uno de los agresores confesos, de tan sólo 13 años, al que la denuncia interpuesta ante la Guardia Civil señalaba como autor de, al menos, una penetración.
En declaraciones a Europa Press, María Teresa S.B. relató que el pasado día 21 recibió la llamada de la directora del CEIP 'Nueva Andalucía' en la que le alertaba de que el niño había sido objeto de "tocamientos y abusos" que, posteriormente, fueron confirmados por facultativos del Hospital de Poniente en El Ejido, tras una primera exploración efectuada por el pediatra del centro de salud de la pedanía de La Curva.
María Teresa S.B. sostiene que a su hijo lo abordaron cuatro compañeros de colegio, entre ellos uno de 15 años y, por tanto, con responsabilidad penal, que, además de grabar con el móvil la vejación, le obligó a realizar hasta tres felaciones mientras otro de los implicados le sujetaba para evitar el forcejeo y un tercero "se limitaba a mirar lo que hacía".
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