Afirma que el anuncio de López de reunirse con Batasuna lo tenía que haber hecho Zapatero
BILBAO, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente del EBB del PNV, Xabier Arzalluz, se congratuló hoy de la decisión del magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska de dejar en libertad a los ocho dirigentes de Batasuna y consideró que el juez "ha tenido presiones" dentro de su "trayectoria anómala". Además, afirmó que el anuncio del líder del PSE-EE, Patxi López, de que se reunirá con Batasuna lo tenía que haber hecho el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
En declaraciones a Radio Indautxu/Herri Irratia, Arzalluz destacó que, durante el tiempo que ejerció en Euskadi, Grande Marlaska "no llamó la atención" por ser "agresivo con el mundo de la izquierda abertzale", aunque señaló que "tal vez lo que sí le ha dolido, en el orden personal, ha sido el asesinato del juez Lidón". "No digo que sea un votante del PNV, pero podría serlo", dijo.
Además, recordó que fue cuando se trasladó a Madrid cuando el magistrado empezó a adoptar "posturas muy discutibles y discutidas", y agregó que, "por su trayectoria", tendría que haber imputado a los ocho miembros de la mesa nacional a los que había citado a declarar.
Por ello, manifestó que "este hombre ha tenido presiones" para tomar esta determinación. "Hasta Garzón ha dicho que, en estas circunstancias, un juez sí contempla la coyuntura, el entorno y la situación", aseguró.
PSE-EE Y BATASUNA
Sobre el proceso de paz, Xabier Arzalluz afirmó que, para que las distintas mesas de negociación empiecen a funcionar, "tiene que haber algún tipo de relación pública entre el PSE-EE y el mundo de Batasuna".
En ese sentido, apuntó que el anuncio realizado esta semana por Patxi López sobre una futura reunión con la izquierda abertzale tenía que haberlo hecho el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Esto es un batiburrillo que sólo entiende el que tiene todos los datos", añadió.
El ex dirigente jeltzale manifestó que Batasuna tendrá que estar legalizada para las elecciones municipales de 2007 y se preguntó por qué la izquierda abertzale "se dejó ilegalizar" cuando "podía haberlo evitado".
Asimismo, destacó "los tomas y dacas" existentes entre la formación liderada por Arnaldo Otegi y el PSE-EE, y recordó que "la salida de presos y la legalización" están en manos de los socialistas, "y no de Ibarretxe".
Por último, consideró "importante" que en Cataluña se celebre un referéndum sobre el nuevo Estatut y auguró que el próximo presidente de la Generalitat será Artur Mas, "tal como pactaron Zapatero y el propio Mas". "Eso está negociado en Madrid", concluyó.
