MADRID, 24 May. (OTR/PRESS) -
El mismo día en que la Ertzaintza detuvo a dos cabezas de lista de Acción Nacionalista Vasca (ANV) en Vitoria después de que irrumpiesen en un debate de candidatos electorales a la alcaldía de la capital alavesa, el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, afirmó que los responsables de las agresiones y boicots que sufren los candidatos en el País Vasco "son los que no han podido hacer campaña porque el Gobierno se lo ha impedido". La réplica a Bermejo le llegó ayer por boca del portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, que afirmó que "hay que estar loco" para decir que que la izquierda abertzale está haciendo una campaña normal.
El titular de Justicia quiso así distinguir a los saboteadores de la izquierda abertzale que, según defendió, "no están haciendo nada en campaña muy distinto a los demás". "Esos son otros, es Batasuna, y precisamente porque es Batasuna están ahí", afirmó Bermejo que subrayó que estas personas "están en la calle porque no pueden hacer campaña porque el Gobierno se lo ha impedido". "Conviene distinguirlo bien no vayamos a confundirlo", concluyó.
Una distinción que para el portavoz del PP no es otra cosa que síntoma de locura. "Hay que estar loco, porque ser sectario y radical no es suficiente, para decir que la izquierda abertzale hace una campaña normal", afirmó Zaplana que denunció que que "esa normalidad, entre otras cosas, hace que los dos detenidos, el próximo domingo sean concejales".
"El problema de Bermejo es que echa bilis por la boca", espetó Zaplana, ya que el "radicalismo fascista" que profesa el ministro de Justicia no es suficiente para alguien "falto de equilibrio" y que "debe sentirse muy orgulloso de haber permitido la vuelta de los terroristas a las instituciones". "Por eso que ha llegado a dedo al Ministerio de Justicia, actúa con el rencor que en otros tiempos era impensable. Su estado es propio de una ingesta abusiva de laxantes", sentenció.