VITORIA, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Parlamento vasco aprobó hoy un informe sobre los hechos ocurridos el 3 de marzo de 1976 en Vitoria, en los que cinco personas murieron como consecuencia de una carga de la Policía Armada contra una asamblea de trabajadores, en el que se denuncia "las responsabilidades políticas" de los entonces ministros de Interior, Manuel Fraga; Relaciones Sindicales, Rodolfo Martín Villa; y Presidencia, Alfonso Osorio, en estos sucesos.
El documento, aprobado por el pleno de la Cámara, salió adelante con el apoyo de los grupos del tripartito (PNV, EA, EB) y el PSE. El PP votó en contra por el "afán político" que subyace en el texto y EHAK hizo lo mismo al echar en falta "compromisos escritos" hacia las víctimas.
El trabajo, elaborado a partir de testimonios de historiadores, víctimas, testigos y periodistas que comparecieron ante la comisión especial que analizó los sucesos, denuncia que la versión oficial existente hasta ahora "falta a la verdad", y califica de "desproporcionadas" las instrucciones para el desalojo de la asamblea de trabajadores que se estaba celebrando el 3 de marzo de 1976 en la iglesia de San Francisco de Asís del barrio vitoriano de Zaramaga.
El dictamen de la Comisión enmarca los hechos en un contexto de "conflictividad laboral" en el que, entre otros factores, concurrían cuestiones como un reciente decreto de congelación salarial. No obstante, se reconoce que las protestas tenían "una dimensión política que trascendía de la demanda estrictamente laboral".
"PLAN PREESTABLECIDO"
El documento establece que "no es posible determinar la importante cuestión de si existió o no un plan preestablecido" para que la Policía impidiera la celebración de la asamblea "con la violencia finalmente empleada".
No obstante, considera "fehacientemente probado" un conjunto de "causas generales que dieron lugar a esos sucesos". Entre ellas, se encuentra "el uso irresponsable y homicida de armas de fuego para responder a un problema de orden público y de origen laboral", así como "la inadecuada dotación y preparación del operativo policial". Todo ello, en un contexto de "falta de libertades esenciales que caracterizaba la situación sociopolítica del país".
Asimismo, apunta a "las instrucciones desproporcionadas que incitaba a desdeñar los derechos humanos más elementales" y la existencia de órdenes "procedentes de alguna instancia de la línea de mando, cuyo vértice era el Gobierno de España". Además, señala que dichas órdenes fueron ejecutadas por funcionarios del Estado "sin que se hayan determinado responsabilidades personales".
MINISTROS
Sin embargo, establece que, de estas causas, "dimana la existencia evidente de responsabilidades políticas" en los entonces ministros de Interior, Manuel Fraga; Relaciones Sindicales, Rodolfo Martín Villa, y Presidencia, Alfonso Osorio". Ninguno de ellos accedió a la petición de comparecer ante la Comisión.
La parlamentaria del PNV Maixabel Aizpillaga denunció la "indiferencia y desprecio hacia esta Cámara y hacia las víctimas" de estos dirigentes, a quienes acusó de actuar con "el silencio como respuesta, en lugar de pedir perdón" por los hechos.
Desde el PSE, Antonio Rivera destacó que el documento recoge hechos "fehacientemente probados" y destacó que el Ejecutivo central trabajará para lograr el reconocimiento legal de los damnificados a todos los efectos.
Carmelo Barrio, del PP, expresó su solidaridad con las víctimas, pero consideró que en el texto subyace "un afán político", al estar dirigido al señalamiento de "responsabilidades políticas".
COMPROMISOS
Por parte de EHAK, Itziar Basterrika reconoció que se ha inicido un "camino", pero consideró que es necesario "pasar de las palabras bonitas a los compromisos escritos" hacia los afectados.
El parlamentario de EA Rafa Larreina señaló que hay que ir "más allá" del informe y destacó que situaciones como las de las víctimas del 3 de marzo demuestran la necesidad de aprobar una ley de víctimas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FSE) y de la extrema derecha.
Kontxi Bilbao (EB) censuró la decisión de los citados dirigentes de no comparecer ante la comisión que preparó el informe y denunció la existencia de "silencios cómplices" en torno a estos sucesos.
La parlamentaria de Aralar, Aintzane Ezenarro, destacó la necesidad de que los afectados sean reconocidos como víctimas del terrorismo.