ALMERÍA, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial ha condenado a seis años de prisión a M.F., un vecino de Roquetas de Mar (Almería) de 47 años, a quien la Guardia Civil interceptó en el aeropuerto del Prat, en Barcelona, cuando desembarcaba de un vuelo procedente de Banjul (Gambia) con cerca de un kilo de cocaína oculta en el doble fondo de una maleta.
La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, considera al procesado autor de un delito contra la salud pública por el que le impone una multa de 60.000 euros pese a rebajar en tres años la petición fiscal de cárcel ya que la cantidad de sustancia intervenida se queda a 50 gramos del mínimo exigido para aplicar la agravante de "notoria importancia".
El tribunal atribuye a M.F. perfecto conocimiento de lo que transportaba en la maleta pese a que el acusado, durante la vista oral, alegó que el porte le fue ofrecido en su país natal por un tercero que no se identificó y que, según declaró, intentó ayudarle porque había perdido el billete de regreso a España y se encontraba sin dinero.
En concreto, relató que rellenó el bulto vacío con sus efectos personales a la espera de recibir, ya en la Ciudad Condal, instrucciones acerca de a quien debía entregarla, una explicación que el fallo califica de "poco creíble" ya que --ahonda-- lo "lógico" es que alguien a quien le ofrecen una cantidad de dinero u otra compensación económicamente valorable por portar una nueva maleta que rellenará con sus enseres conozca que está transportando "algo ilícito dentro de la misma".
A este razonamiento añade el peso bruto del equipaje --1.156 gramos-- que, a su juicio, invalida el argumento de que estaba vacía. Al hilo de esto, desestima que la condición de adicto probada en pericial y en sala del procesado constituya una eximente ya que la "gran cantidad de cocaína aprehendida no tiene más explicación razonable que la de sus destino de venta ilícita a terceros".
El tribunal considera, así, probado que M.F. fue el autor material y directo del porte de, finalmente, 693 gramos de sustancia estupefaciente --una vez reducida a pureza desde un índice del 70 por ciento-- intervenidos a las 08.30 horas del 6 de junio de 2007, en la terminal B del aeropuerto del Prat, y que en el mercado negro habría alcanzado un valor aproximado de 60.000 euros.
El procesado llevaba la droga oculta en una maleta de lona de color negro y con cierre de combinación que, al ser vaciada en el control de equipajes, seguía teniendo un peso excesivo por lo que los agentes de la Guardia Civil procedieron a su punzado y extracción de un polvo blanco que dio resultado positivo en el narcotest.
