CIUDAD REAL, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
El conocido como pederasta de Porzuna (Ciudad Real), Francisco G.N., de 55 años de edad, ha sido condenado a cuatro años y seis meses de prisión como autor de un delito continuado de abuso sexual, tres de provocación sexual y dos delitos de exhibicionismo en las personas de tres menores de la localidad.
En la sentencia, dada a conocer hoy, la titular del Juzgado número 2 de lo Penal de Ciudad Real le impone dos años de cárcel por el delito de abuso sexual continuado, seis meses por cada uno de los tres de provocación sexual y otros seis meses por cada uno de los dos delitos de exhibicionismo.
Asimismo, la resolución judicial obliga al Francisco G.N. a no poder acercarse a los menores a menos de 500 metros durante tres años, debiendo indemnizar a unos de ellos con 700 euros y a un segundo con 1.200 euros.
En la sentencia, se señala que en el caso concurre la atenuante de la reparación del daño, ya que, con anterioridad a la vista oral, el condenado ingresó las cantidades íntegras de las responsabilidades civiles solicitadas, debiendo devolvérsele, incluso, una parte de lo consignado.
La Fiscalía, en su petición, reclamaba para el acusado ocho años de cárcel por un delito de abuso sexual continuado, tres delitos continuados de exhibicionismo de material pornográfico a menores y dos delitos de exhibicionismo.
CONSCIENTE DE SUS ACTOS.
La sentencia señala también que el hombre no padece ninguno trastorno psiquiátrico, como argumentó la defensa, aunque si se constata que padece un retraso mental ligero que, en todo caso, le permite distinguir qué actos y conductas son ilícitas, no estando mermada su capacidad cognitiva ni alterada su capacidad volutiva.
La juez señala en su resolución, como hechos probados, que Francisco, a dos de los menores, de 12 y 14 años, a partir de final del verano del año pasado, les enseñó material pornográfico y les animaba a llevar a cabo juegos de cartas en los que había que irse desnudando poco a poco, llegando a tocar los glúteos a uno de ellos una vez que fue a su domicilio.
Con respecto al tercer menor, de 10 años, también le enseñó imágenes pornográficas y, en una de las cuatro veces que éste acudió a casa del condenado, Francisco se bajó los pantalones y le enseño los genitales.
En la sentencia se recuerda que Francisco, natural de Illora (Granada), llegó a Porzuna procedente de Bélgica en diciembre de 2006 y que, aunque en España no tenía antecedentes penales, en aquél país estaba sometido a internamiento indefinido por hechos parecidos cometidos entre los años 1972 y 1996 y que huyó de la Justicia belga aprovechando unas vacaciones.
Precisamente, un auto de la Audiencia Nacional ante un requerimiento de la Justicia belga para su extradición dio a conocer la historia de Francisco y levantó la alarma en Porzuna, que se tradujo en la presentación de las denunciar de los padres de los tres menores.
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