Las defensas en el caso del urbano de Barcelona en coma aseguran que sería "una desgracia" condenar a "inocentes"

Actualizado: viernes, 11 enero 2008 19:35

El juicio queda visto para sentencia después de que los nueve procesados rechacen hacer uso de la última palabra

BARCELONA, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las defensas de Rodrigo Andrés L.H., Álex C.A. y Juan Daniel P.G., acusados de dejar en coma a un guardia urbano durante los altercados del 4 de febrero de 2006 en Sant Pere més Baix en Barcelona, afirmaron hoy que sería "una desgracia" condenar a "inocentes", ya que la versión de la Guardia Urbana "adolece de imparcialidad" y los jóvenes fueron detenidos "al azar".

La Sección Octava de la Audiencia de Barcelona celebró hoy la última sesión del juicio contra los tres jóvenes y contra otras seis personas a raíz del enfrentamiento con la Policía municipal durante el desalojo de un inmueble 'okupado', en el que la madrugada del 4 de febrero se celebró una macrofiesta ilegal que reunió a más de 1.000 personas. El juicio quedó esta tarde visto para sentencia, después de que los nueve procesados rechazaran ejercer su derecho a la última palabra.

Pese a mantener su petición de 11 años de condena para los tres principales encausados, durante el trámite de conclusiones definitivas la Fiscalía rebajó su petición inicial de entre cuatro y ocho años de cárcel para Patricia H.M., Alfredo Carlos P.M., Heike B., Jordi M.G., Alejandro C.R. y Silvia R.O. a penas de entre un año y medio y tres años y medio de prisión.

Por su parte, las defensas mantuvieron hoy que Rodrigo Andrés L.H., Álex C.A. y Juan Daniel P.G. deben ser absueltos, al considerar que no existen pruebas contra ellos. A su entender, la versión de los compañeros de patrulla del agente herido --que permanece en estado vegetativo-- "adolece de esa imparcialidad y de esa falta de ánimos distintos a los de la búsqueda de la verdad".

Para el abogado de Rodrigo Andrés L.H., el relato de los tres agentes no es creíble porque los acusados denunciaron a dos de ellos por maltratos y, además, "vivieron una situación de tal tensión que es difícil encajarla en la versión coherente y monolítica" que dieron durante su declaración. A su entender, la Guardia Urbana detuvo a los jóvenes "al azar".

La defensa de Rodrigo Andrés L.H. aseguró que la versión de los agentes "resistió 12 horas", hasta que se practicó la prueba pericial y la ciencia "iluminó a la Sala". El letrado se refirió así a la explicación de los peritos aportados por las defensas, quienes aseguraron que el agente recibió un golpe en la nuca y cayó de bruces contra el suelo, y no al revés, como mantiene la Fiscalía.

"Ello obliga a ratificar la absolución de mi defendido, como ya lo ha hecho la ciencia", añadió, y recordó que "la última vez que el oscurantismo venció a la ciencia fue en el juicio a Copérnico". El abogado, además, criticó la "recolección selectiva" de medios de prueba realizada por la Guardia Urbana que, a su entender, equivale a una "destrucción de pruebas".

"RECTIFICAR ES DE SABIOS".

La defensa de Rodrigo Andrés L.H., por otra parte, consideró un "error" que los hechos hayan sido juzgados por la Sección Octava de la Audiencia de Barcelona, ya que "el conocimiento objetivo y subjetivo de la Sala previo a este procedimiento impide garantizar la confianza de los ciudadanos en cuanto a la existencia de imparcialidad". El letrado, sin embargo, instó al tribunal a variar esa "idea preconcebida" argumentando que "rectificar es de sabios".

La defensa de Álex C.A., por su parte, afirmó que a lo largo del juicio no se ha practicado ninguna prueba de cargo de entidad suficiente como para destruir la presunción de inocencia de los acusados, y aseguró que la suya fue una detención "al azar" que luego "se justifica como se quiere". A su entender, la situación "delicada" que vive el agente en estado vegetativo hace que "haya que buscarle unas causas y unos culpables" a lo ocurrido.

En cuanto a la coautoría de los hechos mantenida por la Fiscalía, el letrado consideró "diabólico" asumir que Álex C.A. pudo "aceptar participar y colaborar en lo que supuestamente ocurrió". "Lo que aquí se busca no es reparar una desgracia a través de otra desgracia, una desgracia que sería condenar a unos inocentes", afirmó.

La defensa de Juan Daniel P.G. se refirió no sólo a la "falta absoluta de pruebas", sino al "horror" de que al acusado se le considere "coautor de unos hechos supuestamente cometidos por un tercero". La abogada recordó que desde el inicio del proceso se ha dicho "que de lo que --su cliente-- pudiera tirar no se desprende lesión ninguna" al agente herido.

Para la letrada, los jóvenes fueron detenidos y, posteriormente, la Guardia Urbana hizo "el guión" y puso "a los personajes". "¿Cómo puede un agente de seguridad del Estado poner a un tribunal en el compromiso moral de condenar a un inocente?", se preguntó la defensa de Juan Daniel P.G., quien concluyó que "repugna al derecho" que "pueda ser condenado por un delito de lesiones".