Molina (PSOE) y Esteban (PP) coinciden en que el Estatuto no se ha hecho "contra nada ni contra nadie" y llaman al acuerdo
MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, advirtió hoy de que si la reforma del Estatuto de Autonomía se aprueba en el Congreso de los Diputados "devaluado" o el texto fuera "modificado sustancialmente sin que los intereses de la región se vean reconocidos", pedirá a las Cortes regionales que lo retiren y después "seguiremos luchando". Por su parte, tanto el diputado socialista José Molina como el 'popular' Leandro Esteban pidieron el respaldo de la Cámara Baja para "abrir el debate" y mostraron su disposición al diálogo y al consenso.
Durante su intervención en el debate de toma en consideración de la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha en el Congreso de los Diputados, el presidente regional dijo intervenir "lleno de ilusión y esperanza", y tras agradecer a PP y PSOE su esfuerzo para el entendimiento en las Cortes regionales, pidió a los diputados nacionales admitir a trámite la propuesta debido al respaldo unánime que ha obtenido de la sociedad castellano-manchega.
Barreda recordó que se trata con ello de abrir el debate, y que el texto está configurado partiendo de que Castilla-La Mancha es "hoy muy diferente" debido a "aceleradores históricos", pero añadió que no quiere apoyarse "en el agravio y la envidia" a los vecinos, ya que "somos la parte de un todo".
Dicho esto, y tras referirse brevemente a la disposición sobre financiación, dedicó el resto de su intervención a hablar de agua, asegurando que el Tajo no desemboca en el Océano Atlántico, pero "la mayoría de los días el canal artificial del río que se deriva hacia el Segura lleva 20 hectómetros cúbicos, mientras a su paso por Aranjuez ni siquiera lleva los 6 mínimos que establece la ley".
Dijo no descalificar esta infraestructura "por franquista", sino "por ineficaz, inservible y obsoleta a medio y largo plazo", y recordó que en el inicio de las manifestaciones contra el trasvase, el entonces concejal Arturo García-Tizón --hoy diputado nacional del PP-- ya aseguraba que se ponía en peligro el futuro de la zona, y que entonces "lo más grave fue la reducción de caudales circulantes, de 30 a 6 metros cúbicos por segundo".
"NECESITAMOS EL AGUA"
Barreda detalló que, según datos del Gobierno central, el agua trasvasada supone el 60 por ciento de las aportaciones naturales de la cabecera del río, lo que se une a que "llueve poco y los aportes de cabecera seguirán disminuyendo". "La escasez no es un problema coyuntural sino estructural, no somos insolidarios, simplemente necesitamos el agua", argumentó, insistiendo en que la ley afirma que la cuenca cedente tiene prioridad sobre la cuenca receptora".
"El trasvase se concibió para sacar el agua sin dejar una sola gota de agua por el camino, atravesando tierra sedienta y fértil, y cruzando pueblos a los que se abastecía con cisternas. ¿Qué región hubiera soportado en silencio tanto tiempo esta situación? ¿Por qué se rechaza un trasvase desde la desembocadura y se admite otro desde la cabecera?", se preguntó.
Por ello, abogó por conseguir en toda España "otra cultura del agua", y calificó como "una necesidad, no como un capricho" la extinción del trasvase Tajo-Segura.
"Ójala que la tramitación sirva para corregir errores y para impulsar una nueva cultura del agua, ya que sobre estas bases, estaríamos de acuerdo en apoyar un pacto que dejando atrás polémicas, fuera capaz de abordar la cuestión con vocación de soluciones globales. Pero no apoyaremos cualquier arreglo que trate de conformarnos con cualquier cosa", resaltó.
Concluyó afirmando que espera "rigor y respeto, y si el texto fuera modificado sustancialmente sin que los intereses de Castilla-La Mancha se vean reconocidos, antes de permitir aprobar un Estatuto devaluado, pediré a las Cortes regionales que lo retiren y seguiremos luchando". "Pero ahora se abre una gran esperanza para nosotros. Se inicia un proceso que debe concluir con un buen acuerdo para todos y para Castilla-La Mancha".
"CONTRA NADIE NI NADA"
Previamente, desde la tribuna de oradores, intervino el diputado regional del PSOE José Molina, que resumió el contenido del texto, y dejó claro que la reforma "no va contra nadie ni contra nada", y que además cuenta "con el valor de la unanimidad, y un fuerte respaldo institucional y social".
Tras reseñar que el Estatuto no defiende un modelo de financiación para Castilla-La Mancha sino un proyecto "fruto del acuerdo" en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), el diputado socialista también se refirió al agua para asegurar, respecto a la caducidad del Tajo-Segura, que la región "no puede ser acusada de insolidaridad con ningún territorio".
Para justificar tal apreciación, relató que en total se han trasvasado 10.000 hectómetros cúbicos de agua desde la cabecera, que hoy está al 12 por ciento de su capacidad, y que la superficie que dedica la región a regadío es el 11 por ciento de su superficie útil, y el 80 por ciento de la superficie regada se hace con sistemas eficientes.
Se mostró por ello convencido de que tan solo la aplicación de la legislación vigente exigirá el aumento del caudal ecológico del Tajo, y de que las actuaciones del Gobierno central asegurarán al Levante más agua que la media de todo lo que ha aportado el trasvase a lo largo de su historia. Por ello, manifestó que la toma en consideración es "una invitación al diálogo".
NECESIDAD "ACUCIANTE"
Por su parte, el diputado regional del PP Leandro Esteban resaltó igualmente la unanimidad conseguida en la región, en beneficio del bienestar de los ciudadanos y propugnando "la igualdad real de todas las regiones de España". "No planteamos un Estatuto contra nada ni contra nadie", afirmó, destacando que una de las necesidades más acuciantes que padece la región es el agua", indicó.
"Las necesidades hídricas de la región son muchas y nuestros recursos muy limitados, queremos desarrollar un marco competencial pero para ello necesitamos de un instrumento jurídico que nos permita controlar aquellos recursos de los que depende su progreso y desarrollo. Si ya ejercemos competencias en agua, no podemos estar marginados en planificación", justificó.
Remarcó así que las actuales leyes de explotación del trasvase Tajo-Segura no están permitiendo que el desarrollo de la región sea "como deseamos" por lo que apeló a la necesidad de "abrir un debate para intentar cambiar esas normas", puesto que "hablar de agua es hablar de un problema sin resolver y de tensiones territoriales".
Esteban concluyó apelando a "recuperar el consenso en esta materia y seguir potenciando la vía del acuerdo", al tiempo que mostró la voluntad firme de los ponentes del Estatuto de "compatibilizar la defensa de los intereses de España con los de Castilla-La Mancha". "En la reforma están nuestras esperanzas y nuestras señas de identidad como españoles y castellano-manchegos desde la completa unanimidad, por los que les pido su apoyo", concluyó.
