Ex presos de ETA piden solución dialogada y dicen que Rubalcaba busca "dividir" al colectivo para "alargar el conflicto"

Actualizado: sábado, 13 diciembre 2008 15:21

Se comprometen "a trabajar para hacer posible esa solución dialogada y piden para ello "el reconocimiento del carácter político de presos"

SAN SEBASTIÁN, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un centenar de ex presos de ETA reivindicaron hoy "una solución dialogada y política" del "conflicto político" vasco, y se comprometieron a "trabajar por hacerla posible cuanto antes". En este sentido, afirmaron que el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que hace unos días reconoció el acercamiento a cárceles de Asturias y Aragón de presos de ETA contrarios a la violencia, "ha mostrado esta semana la voluntad contraria" y le acusaron de "buscar la división de los presos" para "alargar sin fin el conflicto"

Los ex reclusos de la banda armada Joxean Agirre y Begoña Sagarzazu acompañados por un centenar de ex reclusos entre los que se encontraban el ex diputado de HB Anjel Alkalde, la histórica militante de la izquierda abertzale condenada por pertenencia a la banda Arantza Arruti o el ex alcalde de Andoain José Antonio Barandiaran (EH) dieron lectura a un comunicado en una comparecencia celebrada en el frontón de Usurbil, municipio gobernado en minoría por ANV. El acto estuvo presidido por una pancarta en la que se podía leer "Amnistia Askatasuna" (Amnistia libertad).

Tras asegurar que todos los presentes, "miembros del movimiento Pro Amnistia", han "sufrido" la "cruel política penitenciaria que aplican los gobiernos francés y español", caracterizada por la "dispersión, el aislamiento, las palizas, la negación del derecho a estudiar, a comunicarse e incluso del derecho a la salud", censuraron que este colectivo es utilizado "para el chantaje político amparados en el todo vale para acabar con la lucha independentista vasca".

SOLUCIÓN DIALOGADA

Los ex presos de ETA lamentaron que el "conflicto político" vasco se está "alargando demasiados años", y aseguraron que este colectivo reivindica "una solución dialogada y política" del mismo, "apostando por ella" y comprometiéndose a "trabajar por hacerla posible cuanto antes".

No obstante, indicaron que para alcanzarla es "necesario" el "reconocimiento del carácter político de los presos" de ETA, y aprovechar "ese capital político desde hoy mismo porque nadie ignora que con la solución del conflicto será necesaria la vuelta a casa de todas las personas presas y exiliadas políticas".

Agirre señaló que "profundizando y dotando de recorrido a esta idea todos tienen mucho que ganar y poco que perder", sin embargo, lamentó que "lo que el ministro de Interior Alfredo Pérez Rubalcaba acaba de señalar esta misma semana muestra la voluntad política contraria", ya que "sin ningún complejo ni vergüenza ha reconocido el caracter represivo y negador del Gobierno español".

"La iniciativa que busca la división entre los presos políticos vascos responde a la decisión de alargar sin fin el conflicto", puesto que "lejos del reconocimiento de los derechos de los presos así como de su carácter político están llevando a cabo una estrategia para la aniquilación de este colectivo", censuró.

El titular de Interior confirmó esta semana la decisión de acercar a una decena de presos que han rechazado públicamente el uso de la violencia a cárceles de Asturias y Aragón, entre ellos Francisco Múgica Garmendia, 'Pakito', José Luis Urrusolo Sistiaga o Valentín Lasarte, que asesinó a Gregorio Ordóñez y Fernando Múgica.

"VIDA SIN DERECHOS"

A su juicio, en las cárceles españolas y francesas "más allá de mantener a las personas en prisión se les ha impuesto una vida sin derechos". En esa "lógica" enmarcó la "dispersión" y las "últimas medidas" diseñadas para "aumentar aún más la crueldad" de esta política penitenciaria, que, "aunque pretendan esconderlo ante el mundo", aplica a los presos de ETA "la cadena perpetua".

De esta forma reiteró que las nuevas medidas adoptadas, como "la doctrina que retrasa salir de prisión a un preso que haya cumplido 20 años durante otros 10 más, el código penal que permite el cumplimiento íntegro de 40 años de prisión o el proyecto de Ley que permite medidas de control durante 20 años tras la salida de la cárcel" reflejan esa "pena de cárcel de por vida".

Además, aseguró que el fin último de todas estas iniciativas es "llevar hasta el extremo la negación del derecho a la libertad, alargando y tensando la persecución que aplican" a estos reclusos para "alcanzar también a los ex presos". "Eso es lo que buscan con el confinamiento, la expropiación de bienes, mecanismos para el control, mantener a los presos políticos sin salir de casa", o el "prohibirles vivir en Euskal Herria, tomar parte en actos políticos o estar con personas determinadas", añadió.

Los ex presos de ETA denunciaron que las cárceles son "herramientas, máquinas para destruir personas" y denunció que "once presos políticos permanecen en prisión pese a padecer graves enfermedades, como cáncer, artrosis generalizada, problemas del corazón o esquizofrenia, y otras tres están presas en la calle" lo que supone "una pena de muerte encubierta".

En la misma línea, criticó lo que "sufren" los familiares y amigos de estos reclusos al "castigarles" la política penitenciaria "cada semana, cuando son obligados a recorrer cientos de kilómetros para realizar cortas visitas" con las "consecuencias físicas y económicas que ello conlleva", y recordó que "16 personas" han fallecido durante alguno de esos viajes.

"MUCHO DAÑO"

Tras todo ello, afirmó que esta política penitenciaria "ha hecho mucho daño pero no ha logrado ninguno de los objetivos que perseguía", porque "la solidaridad de este pueblo y la dignidad de los presos políticos ha tenido mucha más fuerza que la dispersión", lo que les ha llevado a "inventar y arbitrar nuevas medidas".

Agirre destacó que actualmente hay "721 presos" de ETA en las cárceles, la "cantidad más alta conocida en las últimas décadas", y los gobiernos español y francés "tienen todos los frentes represivos abiertos y la política penitenciaria es una de sus expresiones más cruentas" con la que buscan "ahogar la reivindicaciones populares en las prisiones".

En este marco, marcó como "retos importantes" el "reconocimiento de los derechos básicos de los presos políticos vascos y que estén en Euskal Herria", y por tanto animó a la ciudadanía, asociaciones y agentes sociales a que "aporten su grano de arena" en este objetivo y que "participen en las movilizaciones e iniciativas que se realicen en favor de los derechos de este colectivo". Finalmente y tras recordar con "cariño" a las "721 personas presas y dispersadas", aseguró que no descansarán hasta traer a las mismas "a casa".