Expertos aseguran que la dieta mediterránea reduce hasta en un 50% el riesgo de padecer una enfermedad pulmonar

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 27 diciembre 2007 16:18

MADRID/OVIEDO, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -

Las personas que siguen la dieta mediterránea podrían tener hasta un 50 por ciento menos de probabilidades de desarrollar enfermedades respiratorias como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en comparación con aquellos individuos acostumbrados a alimentarse preferentemente con productos transformados y otras sustancias ricas en grasas y azúcares, según estudios publicados en revistas internacionales como la británica 'Thorax'.

Según informó la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) en un comunicado, otra investigación reciente, realizada por la Universidad de Nottingham (Reino Unido) sugiere que las manzanas y los tomates podrían ser los alimentos más eficaces en la protección contra el asma y las demás afecciones respiratorias.

El rico aporte de vitaminas, antioxidantes y omega-3 de los alimentos típicos de la dieta mediterránea, "ayudan a mantener la salud pulmonar", tal como explicó el responsable del área de trabajo de Insuficiencias Respiratoria de la SEPAR, el doctor Javier de Miguel.

La neumóloga del Instituto Nacional de Silicosis de Oviedo y miembro de SEPAR, doctora Cristina Martínez, señaló además que "según se desprende de los resultados de estudios realizados en adolescentes, la nutrición debe de cuidarse de forma especial en esta época de la vida". "Los chicos y chicas que consumen una cantidad adecuada de frutas y pescado alcanzan una mejor función pulmonar que aquellos que no ingieren los suficientes nutrientes", afirmó.

"Muchos adolescentes no consumen los niveles adecuados de fruta, verduras, vitaminas C y E y ácido omega-3 en su dieta diaria, lo que se asocia a unos valores menores de su función pulmonar y a un incremento de síntomas respiratorios, por ello se debe fomentar la inclusión de alimentos como la fruta, la verdura y el pescado entre los adolescentes que les ayuden en su correcto desarrollo y protejan su salud pulmonar", explicó la doctora Martínez.

PACIENTES ASMÁTICOS.

En el caso de los pacientes asmáticos, el dióxido de carbono y el ozono del aire afectan a la mucosa de las vías aéreas, perturbando su funcionamiento e impidiendo la reparación de estas estructuras inflamadas. De ahí que los neumólogos recomienden cada vez más la presencia en la alimentación de ciertos micronutrientes -vitaminas y antioxidantes- que protegen al organismo del daño producido por sustancias tóxicas. Entre estos nutrientes cabe destacar las vitaminas A y C y el magnesio.

Entre otras múltiples funciones, señaló el neumólogo del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, el doctor De Miguel, el magnesio favorece la dilatación bronquial, relajando la musculatura propia de estas estructuras, y reduciendo la inflamación de la vía aérea en general. "Por este motivo es importante incluir en la alimentación cotidiana alimentos tales como cereales, nueces, vegetales de hoja y productos lácteos", añadió. También el pescado constituye una buena fuente de magnesio, a la vez que aporta un tipo especial de ácidos grasos, los "famosos ácidos grasos omega 3", que tienen propiedades antiinflamatorias.

GRIPES Y CONSTIPADOS.

En cuanto a la vitamina A, la recomendación de su inclusión en la dieta se debe a que favorece la vitalidad de las mucosas, entre las que se cuentan las del árbol respiratorio. "Si la mucosa (capa que recubre por dentro los bronquios) se encuentra sana, tanto los cilios (pequeños pelitos) como la elaboración de mucosidad pueden actuar como barrera defensiva frente a sustancias contaminantes o frente a bacterias y virus respiratorios", explicó el doctor De Miguel.

Los alimentos que aportan una buena cantidad de vitamina A o carotenos (sustancias que se transforman en vitamina A) son los huevos, el hígado, los lácteos, los vegetales de hoja, las hortalizas amarillas (zapallo, zanahoria, calabaza), las frutas rojas y el brócoli.

Por otra parte, la vitamina C no sólo es un buen antioxidante, sino que también constituye una eficaz ayuda para la prevención de infecciones respiratorias, además de favorecer la reparación de los tejidos inflamados. La vitamina C se encuentra en abundantes cantidades en las frutas (especialmente los cítricos) y en las hortalizas frescas.

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