BARCELONA, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
El secretario para la Inmigración de la Generalitat, Oriol Amorós, apuesta por iniciar un debate sobre el modelo de gestión de flujos migratorios y contingente de trabajadores extranjeros que tiene actualmente España, ya que consideró que "tiene limitaciones", según explicó en declaraciones a Europa Press.
Con este objetivo, Amorós se reunió esta semana en Barcelona con el cónsul de Canadá. El secretario consideró que el debate sobre inmigración en Catalunya está "bien encarrilado" en cuanto a temas de uso de servicios públicos, de acogida y de reagrupamiento familiar, pero afirmó que no alcanza ese nivel en cuanto a la gestión de flujos.
Aseguró que la previsión del contingente de trabajadores externos que se realiza en España "acaba siendo más pequeña de lo que finalmente acaba siendo", por lo que consideró que sería positivo acercarse al modelo del Québec, donde explicó que se dejaron de seleccionar personas para trabajos concretos y se empezaron a buscar "ciudadanos con capacidad de trabajar".
Afirmó que el modelo español "no se adapta a la necesidad de las pequeñas y medianas empresas" y que es sobre todo "útil y práctico para las grandes empresas".
Con el objetivo de iniciar este debate, Amorós explicó que prevén celebrar a finales de este año un foro internacional Québec-Catalunya-Canadá que cuente con representantes políticos y sociales para tratar esta cuestión. Explicó que este modelo es competencia del Gobierno central pero que su iniciativa es poder iniciar el debate.
En cuanto a la futura Ley de Acogida de la Generalitat, el secretario afirmó que supondrá "un cambio cualitativo muy importante", en el sentido de que permitirá a los extranjeros formarse para poder acceder a puestos de trabajo.
Según Amorós, faltan "unos 120 días" --cuatro meses-- para que el Consell Executiu apruebe dicha ley, el texto articulado de la cual "está bastante cerrado", añadió. Entre otros aspectos, explicó que el objetivo es aumentar la tasa de actividad femenina en los inmigrantes, que se sitúa en el 40%, hasta el 70%, que es la tasa de las mujeres catalanas.
