MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, afirmó hoy que la voluntad política del Gobierno es "mejorar" la conexión entre Cuenca y Teruel, por lo que expresó el compromiso del Ejecutivo para "estudiar cualquier otra alternativa" distinta de la autovía A-40 que comunique Cuenca con Teruel, "siempre que sean compatibles con el impacto ambiental".
Espinosa respondió así a una pregunta parlamentaria del diputado del PP Santiago Lanzuela, quien durante la Sesión de Control al Ejecutivo preguntó si está la ministra de Fomento dispuesta a comprometerse a que el tramo de la Autovía A-40 entre Teruel y Cuenca sea iniciado en el ejercicio de 2009, una vez "sean superados los coyunturales informes de impacto medioambiental negativos".
A este respecto, la ministra Espinosa recalcó que el Gobierno ha planteado alternativas a la A-40 que pasan por mejorar la N-330 a través de un tercer carril de aceleración, la recuperación de parte del trazado del proyecto de la A-40 entre Libros y Teruel, y la conexión por el norte de la autovía A-23 Levante-Teruel-Zaragoza.
Asimismo, explicó que la tramitación realizada sobre el tramo Cuenca-Teruel de la A-40 concluyó que dicho proyecto causaría efectos "negativos" sobre el medio ambiente, considerándose que las medidas previstas en el mismo "no son garantía suficiente de su completa corrección o su adecuada compensación". Añadió que la resolución de la Secretaría de Estado de Cambio Climático va en línea con lo advertido en diferentes informes.
Por su parte, Lanzuela, quien criticó duramente que fuera Espinosa quien respondió a su pregunta y no la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, planteó que se ha sabido hace unos días que el Ministerio de Medio Ambiente ha hecho una resolución, una "sentencia de muerte", con argumentos "absolutamente arbitrarios, inconsistentes y deplorables", haciendo un "desafuero, pretendiendo enterrar esta autovía".
"A partir de esa resolución los ciudadanos se enteran de que las especies amenazadas no son los turolenses ni los conquenses, sino por ejemplo el topillo de cabrera, la alondra, el limonium aragonense, y que hay un probable lugar de nidificación de una pareja de alimoches", expuso.
De este modo, señaló que a él le parece que sería mucho mejor que "nidificaran algunas parejas de turolenses y conquenses, pero el hecho es que se lo intentan cargar con un desafuero". Además, insistió en que la ministra de Fomento puede hacer muchas cosas antes de que entierren esta infraestructura "vital para los provincias de Teruel y Cuenca, así como para las infraestructuras del conjunto español".
"NO HAY DISCRECIONALIDAD POLÍTICA"
En respuesta a estas afirmaciones, Espinosa subrayó que el Gobierno es "muy consciente" de la importancia de esta infraestructura, pero quiso decirle al diputado, ante sus apreciaciones sobre temas medioambientales que prefirió "no calificar", que una declaración de impacto medioambiental es un trámite reglado y "no sujeto a discrecionalidad política alguna".
Para apoyar su postura, la ministra leyó textualmente un informe de la Comunidad Valenciana sobre este tema: "La Consejería de Medio Ambiente dice que la actuación afectaría a comunidades vegetales de gran valor, que se originarían grandes desmontes y terraplenes sobre materiales arcillosos muy erosionables; afección a la calidad de las aguas de ríos y un impacto paisajístico importante".
Finalmente, apuntó que el citado informe también dice que se descarta el proyecto habida cuenta del impacto ambiental y que las medidas correctoras "no son suficientes para corregir los impactos previsibles". "Dígame si también la Comunidad Valenciana ha hecho eso de lo que me ha acusado a mi", sentenció Espinosa.
