VITORIA, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Oficina de atención a las víctimas del terrorismo del Gobierno vasco propuso ayer la creación de un plan específico para las víctimas de grupos de extrema derecha y del GAL, que, en un informe presentado hoy en el Parlamento vasco, cifró en 66 asesinados y 63 heridos desde 1975. El texto parte del rechazo de la "equiparación" entre las diferentes víctimas existentes en Euskadi, por estimar que ésta "persigue relativizar la gravedad de la amenaza terrorista".
La directora de la Oficina de atención a las víctimas del terrorismo, Maixabel Lasa, presentó ayer este trabajo ante la ponencia de víctimas de la Cámara autonómica, apenas unos minutos después de que el director de Derechos Humanos del tripartito, Jon Landa, hiciera la propio en comisión con un estudio sobre víctimas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FSE).
El informe de Lasa, elaborado a partir de un mandato parlamentario, responde a "los problemas derivados de la falta de identificación y de reconocimiento" de los derechos de las víctimas de grupos incontrolados de extrema derecha y de los GAL.
GAL Y TRIPLE A
En el estudio se recogen 66 asesinatos y 63 casos de personas heridas en este tipo de acciones terroristas desde 1975. Entre los grupos que se señalan se encuentra el GAL, al que se atribuyen 24 asesinatos, el Batallón Vasco Español (18), la Triple A (ocho) y los Grupos Armados Españoles (seis).
De las víctimas incluidas, algunas solicitaron su reconocimiento como damnificados por el terrorismo y otras no. De los 44 casos en los que se solicitó este reconocimiento, la Administración del Estado dio una respuesta positiva a 35. Asimismo, en los 33 casos llevados a los tribunales en España, se produjeron 16 condenas para los autores de los asesinatos o lesiones.
"IMPUNIDAD"
El trabajo destaca la existencia de "espacios de impunidad" en estos casos. Por ese motivo, propone la creación de un plan específico de acción para este tipo de víctimas, con el fin de que les sean reconocidos los derechos que "por distintos motivos, no son de su disfrute".
La Oficina destaca que "el reconocimiento de un sufrimiento plural en la sociedad vasca no debiera conducirnos a equiparar tales sufrimientos". Tras esa pretensión, según se señala en el documento, "se esconde el objetivo perverso de relativizar la gravedad de la amenaza terrorista y de menospreciar el significado político de las víctimas del terrorismo, presentándolas como daños irremediables de un conflicto entre dos partes".
