Apuesta por otra "mundualización" para resolver conflictos basada en el diálogo, la palabra y el respeto a los acuerdos
SANTO DOMINGO (REPUBLICA DOMINICANA), 29 (EUROPA PRESS)
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, manifestó hoy que "otra Latinoamérica, otra Europa, otro mundo y otra Euskadi es posible, si se devuelve el poder de decisión a los ciudadanos". Además, apostó por otra "mundualización" para resolver los problemas y los conflictos a través del diálogo, la palabra y el respeto a los acuerdos.
Ibarretxe hizo estas declaraciones en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en el congreso donde se creó la Red de doctorandos latinoamericanos, por el que en la actualidad un total de 60 profesores de la UPV imparten clases a licenciados en derecho, economía, psicopedagogía y filosofía, de diez universidades latinoamericanas, a quienes dirigen las tesis doctorales.
En su intervención, el lehendakari insistió en defender las vías del diálogo y el acuerdo para solucionar los conflictos y abogó por la capacidad de "entenderse y acordar, es decir, la palabra" y no caer nunca "en las actitudes de soberbia". "La soberbia es una enfermedad de nuestro tiempo, soberbia tras la guerra de Irak, soberbia para aceptar la democracia en los referido al pueblo vasco, soberbia tras la crisis financiera global, soberbia que no es grandeza sino hinchazón", criticó.
El jefe del Ejecutivo vasco denunció la "usurpación de la palabra al pueblo, la ignorancia del acuerdo como fundamento de la convivencia, la pérdida de la condición de ciudadanos políticos, la incapacidad de escuchar a los demás, de ponernos en el lugar del otro para hablar y dialogar, para entender y comprender".
DIGNIDAD
Frente a esto, instó a hacer posible otra "mundualización" para construir algo nuevo conjuntamente, presidida por "la dignidad, la mirada limpia, el respeto al otro, a la palabra dada y al acuerdo". "No sirve sólo con decir que este mundo no nos gusta, hay que actuar para cambiar y actuar ya", destacó.
Respecto a Euskadi, indicó que "en el pueblo vasco, un pueblo pequeño a un lado y otro de los Pirineos atlánticos, que tiene el orgullo de poseer la lengua más antigua de Europa, sus habitantes reclamamos libertad y los derechos de autogobierno que se nos habían arrebatado por la fuerza años antes".
Asimismo, recordó que a comienzos de los años 80 los representantes de los partidos vascos acordaron el Estatuto de Gernika. "A continuación, -explicó- dimos la palabra al pueblo y éste lo aceptó, refrendando democráticamente y de forma mayoritaria el pacto político que había sido logrado con gran esfuerzo en la mesa de negociación".
Ibarretxe manifestó que 30 años más tarde después de aquel acuerdo y refrendo a la voluntad popular, la palabra "dejó de ser palabra" y el acuerdo se convirtió en "paradigma del incumplimiento". "El PP, que no formó parte de aquel pacto, de aquella palabra dada al pueblo vasco, y el PSOE, que sí formó parte de aquel acuerdo, se han negado a cumplir con lo acordado, ignorando que más allá de la mesa de negociación, y del incumplimiento a la otra parte negociadora, está la voluntad engañada de todo un pueblo, que dio su aprobación mediante referéndum y hizo suyo el acuerdo", criticó.
DESPOTISMO ILUSTRADO
Ibarretxe indicó que "la imposición por la fuerza ha tomado el relevo a la autoridad moral que arranca del contrato social, del pacto inicial convertido en papel mojado. Parecería ser que una especie de despotismo ilustrado recorre el mundo de forma incomprensible, ha llegado para vivir entre nosotros y quedarse".
Para el lehendakari, este "despotismo, al igual que durante el viejo régimen, pretende establecer como paradigma en el caso del pueblo vasco 'todo para el pueblo vasco, pero sin el pueblo vasco". "¡Que actitud más soberbia!", exclamó.
Esta misma "soberbia", indicó, está detrás de la actual crisis financiera global. Del "descomunal problema económico generado, algo sí hemos sido capaces de atisbar: el grado de soberbia de aquellas instituciones financieras que tanto despreciaron al poder político, al control en definitiva, del poder que emana del pueblo y de sus ciudadanos para, al final, acudir con la orejas gachas y pedir auxilio de miles de millones de dólares", explicó.
En este sentido, indicó que esas mismas instituciones financieras han pasado "de la soberbia al pánico, y a reclamar los dineros de todos los ciudadanos". "Ahora nos dicen que las ayudas son necesarias, porque si no se atiende a sus demandas las consecuencias serían dramáticas", añadió.
COOPERACION INETRNACIONAL
Otra cosa aprendida de esta crisis, según dijo, es "qué fácil es en sólo unas horas reunir cantidades astronómicas de dinero y cómo contrastar esta actuación con la racanería con la que nos comportamos para apoyar la educación o la cooperación internacional con los países menos desarrollados o combatir el cambio climático".
En esta misma línea, lamentó que Europa "volvió a dar otro ejemplo de incapacidad para dar a tiempo una respuesta unitaria a la crisis". "Fue imposible abordar una respuesta conjunta a la crisis europea, mientras unos preconizaban unas recetas, otros hacían lo contrario", señaló.
A este respecto, aludió al papel del gobierno español y de su presidente Zapatero "que inicialmente negó y luego ocultó la propia existencia de la crisis". "Europa ha reaccionado mal, nos ha vuelto a faltar alma y coraje, aún queda mucho por construir para alcanzar una Europa unida", concluyó.