VITORIA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, agradeció ayer, durante un homenaje a los jueces de paz del País Vasco, la labor que desarrollan los responsables de estas instituciones y criticó "la ceguera y cerrazón" de los atentados perpetrados en los últimos meses por ETA contra estas sedes judiciales.
Acompañado por el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, Ibarretxe presidió una ceremonia dedicada a este colectivo y celebrada en la sede de la Presidencia del Gobierno vasco, en la que se entregaron 14 placas conmemorativas a otros tantos jueces de paz de Euskadi que llevan más de veinte años desempeñando esta labor.
El presidente del Ejecutivo vasco, tras agradecer la contribución a la sociedad de los 236 jueces de paz que están en activo en Euskadi, manifestó que estas instituciones judiciales "son proyectos de vida en este país", por lo que "se entiende aún menos la cerrazón y la ceguera de aquellos que quieren atentar contra" estas sedes.
En su opinión, los atentados contra los juzgados de paz "también tratan de destruir una parte de nuestra memoria". "Merecemos la paz, y más que nadie, quienes trabajan en los juzgados de paz", añadió.
AZKARRAGA
Azkarraga, por su parte, lamentó que "a las dificultades intrínsecas" de la labor de estos ciudadanos, se añade "el hecho lamentable, condenable y denunciable de que los juzgados de paz figuren como objetivo de los violentos".
Tras recordar que "en los últimos tiempos ETA, cada vez más alejada del pueblo que dice defender, ha atentado contra varios juzgados", condenó de forma "rotunda" la violencia "con pretensiones de justificación política". Los ataques contra los juzgados, en su opinión, "sólo deslegitiman a sus autores".
Por ese motivo, realizó un llamamiento a quien "transita ese camino ilegítimo y sin salida" para que "reflexione sobre sus actos". "Las sedes de los juzgados de paz o las sedes judiciales en general, así como los ciudadanos que desempeñan su trabajo en ellas, merecen reconocimiento por parte de todos", proclamó.
El consejero, en sintonía con Ibarretxe, denunció que quienes atentan contra estas instituciones "están atentado contra sus propio pueblo, sus propios conciudadanos y contra la historia de su pueblo, contenida en los libros de Registro Civil" que guardan los juzgados de paz.
