BILBAO, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
El exlehendakari Juan José Ibarretxe ha señalado que "al margen de la violencia" existe en Euskadi un "problema político que va más allá de ésta" que ha situado en la "falta de reconocimiento del pueblo vasco como un sujeto político con identidad propia". Asimismo, ha abogado por dar "una respuesta local" a la crisis y por incorporar la "cultura" al I+D+i.
Ibarretxe, que ha presentado en Bilbao las conclusiones de su trabajo 'The Basque case: a comprehensive model for sustainable human developmet' --'El caso vasco: un modelo integral de desarrollo humano sostenible'-- ha defendido que detrás de la defensa de la identidad no sólo está "el concepto de nación, sino el de economía y sociedad equilibrada". A su juicio, difícilmente en el caso vasco o catalán habrá un proyecto con salida económica y social si no presentan al mundo lo que son.
El estudio, que analiza el período 1998-2008, ha sido llevado a cabo en colaboración con la Universidad de Columbia de Nueva York, la Universidad George Mason de Washington y EUCLID Network de Londres y se centra en el proceso de transformación política, económica y social vivido en el País Vasco para lograr el objetivo del desarrollo humano.
Según ha defendido, las políticas de austeridad sin estímulo suponen "una parada cardiaca" y ha recordado que este tipo de políticas llevó a Japón a tener paralizada la economía con dificultades de crecimiento, por lo que ha abogado por "aprender de estas experiencias".
"La clave del mundo en que vivimos es si es posible construir un mundo mejor y eso sólo será posible si la mirada al mercado no desvirtúa la mirada necesaria que hemos de trasladar a las personas", ha destacado, para añadir que eso sólo se dará si "somos capaces de desentrañar debates falsos".
A su juicio, no se debe contraponer lo universal a lo local y se ha preguntado si la cultura universal sería más rica en el caso de que "los vascos no pudiéramos aportar la nuestra". Asimismo, ha defendido que los derechos individuales son indivisibles de los colectivos y ha negado que "el crecimiento económico suponga un mayor consumo y una mayor felicidad".
"El consumo no procura la felicidad y ésa es una de las grandes aportaciones que debe hacer la economía en el siglo XXI. Nos hemos convertido en consumidores soldado", ha lamentado.
En su opinión, la nueva Euskadi se refleja en el Museo Guggenheim y ha defendido el caso vasco como "un caso integral de transformación social, política y económica" que arrancan con la llegada de la autonomía.
Además, ha recordado que si todos los "pensamientos más avanzados" en el mundo están diciendo que la respuesta local de cada país es la salida a la crisis, profundizar en la identidad como pueblo vasco "no sólo está relacionado con un proyecto legítimo de construcción de nación sino que está relacionado con defender la economía y bienestar social".
Por ello, ha defendido la necesidad de sumar la 'K' --cultura-- al I+D+i, ya que "algunas recetas e iniciativas que han tenido éxito en un país no tienen el mismo éxito o incluso fracasan en otros lugares", por lo que la cultura e incorporar la identidad a los proyectos es "fundamental".
"Si no incorporamos la 'K' de la propia cultura, el I+D+i no funciona y creo que aquí es donde está el proyecto para el futuro de este país", ha remarcado, para añadir que el pueblo vasco existe y "tenemos derecho a desarrollar y decidir en todos los ámbitos" y "lo queremos hacer conviviendo y compartiendo nuestra identidad con el resto, no confrontados a nadie".
"Somos un viejo país en la Unión Europea, pero que aún está a la cabeza en términos de bienestar, en términos no sólo de generar crecimiento en la economía, sino equilibrio para las personas", ha remarcado.
En su estudio, Ibarretxe refleja además que en el período analizado "se ha avanzado en la pedagogía social y se ha consolidado la necesidad de asumir que los derechos humanos son "indivisibles e ineludibles".
PAZ Y NECESIDAD DE DIÁLOGO
"Vivimos, afortunadamente, una nueva oportunidad para la paz en el pueblo vasco. Necesitamos de la responsabilidad de todos para aprovecharla. ETA, por tanto, debe comprender la terrible brutalidad, inutilidad e inmoralidad de su violencia y dar muestras inequívocas de su disposición a abandonarla definitivamente para siempre y sin reservarse papel garante de proceso político alguno", indica en su informe.
Según refleja, los partidos políticos y las instituciones vascas, españolas y europeas deben también reflexionar e incide en que "el camino nunca pasa por torturas y malos tratos, ni tampoco por iniciativas legislativas que recortan los derechos civiles y políticos de la autonomía".
"Porque la violencia y el terrorismo no se combate con menos sino con más democracia", subraya. En este sentido, aboga por "el diálogo" como "única fórmula para no fracasar". "Diálogo en público y en privado, bilateral y multilateral, sin vetos personales ni políticos, sin condiciones previas", refleja, para añadir que le corresponde al pueblo vasco "decidir su futuro libre y democráticamente y tener su lugar propio en el concierto europeo y mundial".
"PROBLEMA POLÍTICO"
En este sentido, el exlehendakari remarca en su informe que al margen de la violencia existe un problema político que va más allá de ésta: "Un problema cuya resolución corresponde abordar a la sociedad vasca y a los representantes políticos. Porque se alcancen o no acuerdos para resolver el conflicto político vasco la violencia de ETA debe desaparecer y exista o no ETA se deben alcanzar acuerdos para la convivencia entre Euskadi y el Estado español".
"Es concluyente que se debe abordar un diálogo político, de fondo, con el objetivo de alcanzar un acuerdo de normalización política en torno a elementos fundamentales para nuestra convivencia como la identidad, la soberanía, la territorialidad, el derecho de autodeterminación y su ejercicio pactado... Los problemas políticos deben tener soluciones políticas", remarca.
A su juicio, el problema, en términos "políticos y democráticos", es la "falta de reconocimiento del pueblo vasco como un sujeto político con identidad propia al que le corresponden unos derechos históricos existentes antes de la Constitución española".
Por ello, aboga por alcanzar un acuerdo político "en torno al derecho a decidir" de la sociedad vasca y su ejercicio para ser incorporado al ordenamiento jurídico".
CANDIDATO DEL PNV
Ibarretxe, que ha señalado que seguirá trabajando en "estas materias" porque tiene "un deber moral para con el pueblo vasco", ha optado por no responder a la pregunta de si puede ser candidato del PNV a la Lehendakaritza y ha matizado que en esta cuestión "está todo dicho".