BARCELONA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
El titular del Juzgado de Instrucción número 30 de Barcelona ha abierto diligencias previas por la muerte de una joven de 19 años, que padecía obesidad mórbida, el pasado viernes tras someterse a una intervención de cirugía estética en la Clínica CIMA de Barcelona, por un cirujano valenciano recomendado por la Policlínica Londres que alquiló los quirófanos de CIMA. El juez, sin embargo, está a la espera de recibir algún informe médico para iniciar la investigación.
La familia de Laura R.M. presentó el sábado una denuncia manuscrita en la que aseguraba que la joven falleció por una "imprudencia grave", pero no presentó ningún tipo de documentación médica al respecto, según explicaron fuentes judiciales a Europa Press.
Según la familia, la joven ingresó el viernes en esta clínica para realizarse la implantación de una banda gástrica vía endoscópica. La operación, según los médicos, se realizó con normalidad, pero al despertarse de la anestesia la joven comenzó a sufrir desvanecimientos por una hemorragia, que finalmente le causó la muerte.
Un portavoz de la Policlínica Londres explicó a Europa Press que la joven consultó en primera instancia al centro, pero que éste, especializado en problemas de obesidad, le aseguró que no practicaba este tipo de operaciones y le sugirieron una serie de especialistas para la intervención quirúrgica de este tipo de trastornos.
La joven eligió a un especialista valenciano, que opera en diversos centros de toda España y con más de 3.000 operaciones a sus espaldas, y que alquiló uno de los quirófanos de la Clinica CIMA para llevar a cabo la operación.
Este portavoz de la Policlínica Londres aseguró que este tipo de intervenciones tienen entre un 2 y un 3% de riesgo de muerte, según los datos de la Sociedad Española de la Cirugía de la Obesidad.
El abogado José Aznar, de El Defensor del Paciente, dijo que se ha presentado la denuncia porque se entiende que ha habido una "imprudencia" porque "no se trató debidamente a la paciente por la hemorragia" y hubo "falta de medios". El letrado dijo que "tardó muchísimo" en llegar el cirujano vascular para detener la hemorragia.
Aznar señaló que el objeto de la denuncia por un homicidio por imprudencia con resultado de muerte es "la persona responsable" de la hemorragia y que la clínica sólo será responsable civil subsidiaria.
Un primo de la joven, Javier Cabero, aseguró que la denuncia busca a "los responsables" de la muerte de la joven ya que, en su opinión, "algo no se hizo bien" en una operación que parecía que no entrañaba "gran riesgo".
Otro primo de la joven, Israel Jiménez, remarcó que hubo "muy mala información" a la familia por parte de la clínica y que no fue hasta 10 horas después de la operación que les comunicaron que la situación "estaba mal". Este familiar reveló que la joven llevaba esta operación "un poco en secreto" porque la familia no quería que lo hiciera.
La asociación El Defensor del Paciente achacó la muerte a "la falta de controles" en clínicas "donde se juega con la vida de las personas" y pidió a la consellera de Sanidad que compruebe los títulos de los médicos que operaron a la joven y si la clínica donde se realizó dicha intervención "reúne las condiciones y los permisos adecuados".