Juristas creen que el blanqueo es un delito "en blanco" y que necesita de corrección y adaptación al sistema español

MÁLAGA 27 Jun. (EUROPA PRESS) -

El blanqueo de capitales es un delito "totalmente abierto y en blanco que expone a la persecución penal a cualquiera" y se requiere de la corrección, de la aclaración de conceptos y de la adaptación de la norma al derecho español, según se desprende de las conclusiones del I Simposio Nacional sobre la Prevención y Represión del Blanqueo de Dinero, organizado por el Colegio de Abogados de Málaga y el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE).

El profesor de Derecho Penal de la Universidad de Santiago de Compostela Miguel Abel Souto, afirmó que "hay que corregir muchas cosas porque las conductas típicas están redactadas con indeterminación absoluta y no se puede acabar convirtiendo en autoridades de persecución penal por ejemplo al panadero o al taxista que tendría que preguntarse si un euro tiene origen delictivo".

Souto, relator de la sección penal del congreso, indicó que el delito tiene que ser "reprimido contundentemente", pero aseguró que para eso "no vale todo", puesto que "se han acabado incorporando al Código Penal disposiciones que vienen de Estados Unidos", por lo que, dijo, "entraron conductas que no están acompasadas con el ordenamiento jurídico europeo ni con el español y que son autenticas aberraciones jurídicas y vulneraciones de los principios básicos".

"Lo que está pasando con el blanqueo de dinero es que se atenta contra las bases mismas del Estado democrático y si no se pone freno ahora a este modo de hacer las leyes penales de corta y pega, de traer algo de otro ordenamiento y meterlo directamente en el Código Penal, llevamos un camino muy peligroso", advirtió el jurista, quien apuntó que también habrá que "poner algún sentido común en la regulación penal y volver al límite del delito grave como hecho previo".

Por tanto, insistió en que "debe delimitarse el ámbito de las conductas típicas de forma restrictiva", aunque reconoció que "no se está aplicando estrictamente pues en las sentencias dictadas hasta ahora el delito previo es el narcotráfico en todos los casos". Además, reiteró que se trata de "una suerte de americanización del derecho penal europeo, en general, y en particular del español", con un "corta y pega de las disposiciones internacionales".

COLETILLA.

Souto apuntó que el delito de blanqueo se utiliza como "coletilla final para acordar rápidamente una prisión provisional y para llevar allí a los medios de comunicación y decir que se está persiguiendo a quien merece ser perseguido, aunque el delito de blanqueo no nació como tipo residual y si se está utilizando algunas veces para eso no es el camino más correcto", apuntó.

En este sentido coincidió el coordinador de la Sección de Prevención de Blanqueo de Capitales del Colegio de Abogados de Málaga, José Pons, encargado de exponer las conclusiones de la parte administrativa del Simposio, quien aseguró que "algo que nos preocupa mucho es que es el delito de moda, es decir, no hay imputación en ningún macroproceso en el que no se diga que además se le imputa blanqueo".

Pons indicó que en las jornadas se apostó por hacer algunas aclaraciones en la normativa, sobre todo en lo referente a hasta dónde llega el secreto profesional y la obligación de comunicación; y también de conceptos y sobre la traducción de los textos, aunque destacó que es una normativa "muy nueva".

A este respecto, lamentó que "empieza a cuestionarse y a obligarse, de algún modo, a vulnerarse el secreto profesional". "No existe aún una total clarificación en todas las personas involucradas sobre qué es realmente el delito de blanqueo y cuál es la participación de los profesionales", apuntó.

Pons reconoció que los abogados están "un poco confusos respecto a las normativas surgidas a raíz de la exportación de directivas comunitarias", aunque señaló que "estamos absolutamente de acuerdo con esa persecución del crimen organizado".

Por todo esto, indicó que este encuentro ha servido para que "algunos conceptos queden un poco más claros" y señaló que más adelante "nos corresponde reflexionar y ver qué se puede hacer para que se garantice un aspecto que es fundamental como es que una persona pueda acudir al abogado con la total tranquilidad de que no se va a convertir en un delator".