BARCELONA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de CiU, Artur Mas, utilizó hoy su tiempo en la sesión de control del Parlament para responder a las acusaciones que le había proferido el portavoz parlamentario de ERC, Joan Ridao, de querer "ganar en los despachos lo que le ha negado la mayoría del Parlament" cambiando el Gobierno catalán con acuerdos postelectorales con el Gobierno central. Mas subió a la tribuna del hemiciclo para decir "solemnemente" que nunca será presidente de la Generalitat "si no es a través del apoyo popular y de unas elecciones", renunciando a usar cualquier mecanismo parlamentario.
"Yo nunca cambiaré la presidencia de la Generalitat a cambio de nada, ni en Catalunya ni fuera de Catalunya", afirmó Mas, que dijo querer expresar este compromiso desde la tribuna para que todos los diputados puedan verle "la cara". Así, se comprometió a no asumir la presidencia catalana si no es a través de las urnas, lo que supone, dijo, "renunciar incluso a mecanismos de la propia Cámara para llegar a serlo". "A ver quién sale aquí y dice lo mismo", retó, recibiendo el aplauso entusiasta de la bancada de CiU.
Mas dio esta respuesta airada a la intervención del portavoz de ERC, quien utilizó la mayor parte del tiempo de su pregunta al presidente de la Generalitat para criticar al líder de la oposición, asegurando tener "vergüenza ajena" de la "obsesión" de Mas por recuperar la presidencia de la Generalitat. "Como catalanista estoy francamente perplejo de ver cómo alguien que se dice nacionalista es capaz de dejar en manos del Gobierno español la decisión de quién es el presidente de la Generalitat de Catalunya", afirmó Ridao, en una intervención que fue interrumpida hasta cuatro veces por los abucheos de los diputados de CiU y que llevó al presidente del Parlament, Ernest Benach, a llamar al orden a la Cámara en dos ocasiones.
El líder de CiU quiso "defenderse" en su turno de pregunta, por lo que renunció a interrogar al presidente de la Generalitat, y le aseguró a Ridao que "puede estar tranquilo" porque los republicanos y el resto de miembros del Govern "tienen las sillas aseguradas y también los sueldos y los coches oficiales".
El presidente de la federación nacionalista aseguró, no obstante, que "en todas partes" donde sea posible trabajará para que "las listas más votadas tengan un respeto". "Este diputado que les habla no pudo siquiera discutir el programa que había ganado en las elecciones porque ustedes, con un tripartito oculto, ya habían engañado previamente al pueblo de Catalunya", reprochó a los republicanos, a quienes reiteró que pueden estar "tranquilos por sus sillas". "Pero lo que no nos pueden negar es que defendamos un criterio de calidad democrática", aseveró, reclamando "un poco más de respeto a todos".
En su breve réplica, el presidente de la Generalitat le reprochó a Mas su "alusión a los cargos y los coches", destacando que si el líder de CiU llega a ser presidente "no renunciará ni al coche ni al cargo". "Quien ha llegado a la presidencia lo ha hecho con el apoyo mayoritario de esta Cámara, como prevé el Estatut, y como usted, si quiere llegar a serlo, deberá conseguir", señaló Montilla. Mas tomó de nuevo la palabra para destacar que sabe "muy bien cómo funcionan las normas y el Parlament" y pedir que no se interpreten las cosas "en un sentido completamente contrario al que es la realidad".
El enojo de Mas fue visible también cuando, cerrada ya la sesión de control, el portavoz parlamentario de ERC se acercó a su escaño para llevarle el recorte de prensa en el que Mas decía, en una entrevista concedida en 2003, que gobernaría aunque no fuera la lista más votada (antes de las elecciones autonómicas de 2003). El líder de CiU no quiso escuchar a Ridao y lo apartó con el brazo. Previamente, Mas sí había cruzado unas palabras, inaudibles para la prensa, con el presidente de la Generalitat, sin moverse ninguno de los dos de su escaño.
