Noruega podría ser un punto de reunión entre Gobierno y ETA tras retirarse este país de la lista de bandas terroristas

Actualizado: jueves, 29 junio 2006 22:14


BRUSELAS/MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

Noruega podría ser uno de los lugares en los que se celebren las futuras reuniones entre el Gobierno y ETA a partir de ahora, tras el anuncio del presidente del Gobierno de emprender el diálogo con la banda terrorista, después de que este país haya decidido retirarse de la lista de bandas terroristas de la UE. Precisamente la capital de este país, Oslo, ha acogido ya algunas de las reuniones que tuvieron lugar con ETA auspiciadas por el Centro suizo Henry Dunant para el Diálogo Humanitario, previas a la tregua.

Tras la decisión del jefe del Ejecutivo, las reuniones de representantes del Gobierno con ETA, la reunión del PSE con la izquierda abertzale, la legalización de Batasuna, la creación de la mesa de partidos y las medidas de política penitenciaria formarán parte de los pasos que el Gobierno vaya dando a lo largo de los próximos meses.

La primera de estas cuestiones, es decir, las reuniones con la banda terroristas se celebrarán a partir de ahora y a lo largo del verano ya que, según aseguró hoy el propio Zapatero, el ministro del Interior informará de la marcha de este asunto a los grupos a finales de septiembre.

Uno de los países donde podrían celebrarse estos encuentros es Noruega, país que se ha desmarcado recientemente de la lista europea de organizaciones terroristas, en la que se encuentran ETA y Batasuna, debido a su papel de facilitador en "algunos procesos de paz".

Esta decisión fue hecha pública por el Ministerio de Exteriores noruego mediante un comunicado en el que esgrime como razón que sumarse a la lista podría "causarle dificultades en su rol de facilitador en algunos procesos de paz". "El papel de Noruega podría dificultarse si una de las partes implicadas estuviera incluida en la lista de la Unión Europea, porque se limitarían así las oportunidades para los contactos", resalta la nota.

"Noruega está realizando una importante contribución a la paz y seguridad internacional mediante su implicación en procesos de paz", señalaba el ministro de Asuntos Exteriores noruego Jonas Gahr Store en el citado comunicado, en el que insistió que Oslo quiere "intensificar esos esfuerzos" y por tanto debe "evitar una situación" que haga más difícil tener "contacto con cualquiera de las partes en conflicto".

Algunas fuentes consultadas por Europa Press explican que este hecho, es decir, el que Noruega se haya desmarcado de la lista de organizaciones terroristas de la UE podría ser un elemento positivo para facilitar que ese país pudiera tener lugar en el futuro el diálogo que el Gobierno español prevé realizar con ETA a partir de este verano.

TRIO DE ETA ENCABEZADO POR TERNERA

De hecho, en Noruega han tenido lugar algunas de las reuniones con la banda terrorista, facilitadas por el Centro para el Diálogo Humanitario (Center for Humanitarian Dialogue), hasta conseguir la declaración de "alto el fuego permanente" del pasado 22 de marzo. Las negociaciones estuvieron encabezadas, por la parte de ETA, por Josu Ternera, otro histórico de ETA y uno de los jóvenes que forman parte de la banda.

Esta institución, que se define como independiente de cualquier gobierno o institución internacional y está dedicada a las labores de mediación en conflictos, mantiene una colaboración abierta con el Ministerio de Asuntos Exteriores noruego, al tiempo que se nutre de personalidades que han desempeñado importantes cargos en distintos campos y en organismos internacionales. De hecho, cuentan con el Forum Oslo en el que realizan jornadas de retiro de mediadores en conflictos internacionales, copatrocinadas por el Ministerio de Exteriores noruego.

Las fuentes consultadas creen que este centro podría seguir manteniendo algún tipo de papel como facilitador de los contactos con la banda en un futuro. De hecho, el presidente del Gobierno, en una entrevista concedida a los pocos días del anuncio de la banda, afirmó que para llegar a este alto el fuego permanente de ETA ha tenido información, entre otros, de "instituciones" y "personalidad" que han jugado un papel "relevante" y "pueden seguir jugándolo", por lo que rechazó desvelar nombres de los que habían participado.

REUNIÓN DEL PSE CON LA IZQUIERDA ABERTZALE

Otro de los pasos que se prevén próximos, tal y como anunció el secretario general del PSE, Patxi López, es la reunión que mantendrán los socialistas vascos con Batasuna para, según argumentaron, exigirles que respeten la legalidad para participar en política.

Precisamente este paso, es decir, el de la legalidad, es otro de los que se prevén próximos, dada la voluntad del Ejecutivo de alcanzar acuerdos en Euskadi con el "máximo consenso posible", como hoy ha anunciado Zapatero.

El Gobierno trabaja con la hipótesis de devolver a la legalidad a Batasuna antes del próximo otoño a través del registro de un nuevo partido al que, esta vez, el Ministerio del Interior dará su "visto bueno". Incluso el portavoz socialista en la Comisión de Interior, Ramón Jáuregui, afirmó esta semana que espera que Batasuna se convierta en partido legal "después de este verano" tras aceptar el marco democrático de la Ley de Partidos y pasar por la "ventanilla del Ministerio del Interior.

La mesa de partidos políticos es otra de las cuestiones que figuran entre las previstas por los socialistas tal y como aparece en el documento de pacificación del PSE en el que se apuesta por la creación de esta mesa y se establecen las bases para su configuración, composición y funcionamiento.

En ese documento, el PSE apostaba por la presencia de todas las "sensibilidades políticas vascas, con la única condición del rechazo a la violencia y la apuesta por el uso de métodos exclusivamente democráticos".

Según estas condiciones, la legalización de Batasuna sería suficiente para que pudiera estar presente en la negociación política. No obstante, Zapatero expuso hoy que las cuestiones políticas deben ser resueltas por los "representantes legítimos de la voluntad popular".

Las medidas en materia de política penitenciaria es otro de los instrumentos con que cuenta el Gobierno y que puede utilizar a lo largo del proceso. De hecho, la pasada semana, un dirigente del PSE admitía que si el proceso "va bien" es "lógico pensar que se puedan hacer también movimientos en el mundo de los presos".

"Es algo que todo el mundo tiene en la cabeza, que es una parte de los movimientos que el Gobierno puede hacer respecto a la política penitenciaria sin introducir cambios legislativos", afirmaba el secretario general del PSE de Vizcaya.

Añadió que "no es algo que se haga de forma gratuita sino que responderá a intención y constatación del Gobierno de que hay voluntad inequívoca de la banda de avanzar en el proceso de la disolución definitiva. En este sentido, probablemente el movimiento de los presos sea un elemento que entre en juego en esa negociación".