MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
La operación del Cuerpo Nacional de Policía contra una extensa red de rumanos dedicados al robo y 'clonación' de tarjetas de crédito ha permitido descubrir un fraude superior a los 6 millones de euros, así como la detención de 99 personas en distintos puntos de España -- 70 de ellos en Valencia-- y otros 26 en nueve países europeos y Turquía. De hecho, el máximo responsable, un padre de familia rumano de unos 50 años, dirigía desde su residencia en Alaquas una banda que operaba a nivel internacional y que recibía un importante número de datos de tarjetas bancarias desde Estados Unidos y Canadá, obtenidos fraudulentamente.
El líder de la red vivía con su esposa, también de nacionalidad rumana, y tienen un hijo en común. Los tres llevaban una vida en apariencia normal con el niño escolarizado y la mujer se encuentra embarazada por segunda vez, informaron a Europa Press fuentes de la investigación. Evitaban llevar una vida ostentosa para no despertar sospechas, por lo que estaban desprovistos de una residencia lujosa o coches caros. Se sospecha que, al igual que la mayoría de delincuentes rumanos organizados en bandas, acumulaba posesiones y fondos en su país de origen.
En España, los detenidos operaban principalmente en las tres provincias de la Comunidad Valenciana, además de en Cataluña, Madrid, Islas Canarias y la Costa del Sol andaluza. Asimismo, delinquían en Rumanía, Italia, Alemania, Austria, Bélgica, Holanda, Reino Unido, Irlanda del Norte, República Checa y Turquía.
El 'modus operandi' de la banda consistía en colocar dispositivos en cajeros automáticos, como microcámaras y teclados falsos, con los que obtenían los números de tarjeta y los 'pin' de acceso. También obtenían los datos manipulando los terminales desde los que se cobraba en determinados comercios y cinco personas vinculadas a establecimientos se encuentran entre los detenidos.
Sin embargo, no siempre necesitaban de esa colaboración, ya que, en ocasiones, forzaban la entrada, sustituían el terminal por otro manipulado que retenía los datos de los clientes y, más tarde, acudían a recuperarlo. La banda de rumanos asentada en España recibió un importante número de datos pertenecientes a tarjetas de las que había obtenido los datos en Estados Unidos y Canadá por este método, informaron fuentes de la investigación.
Una vez con esos datos en su poder, los rumanos fabricaban tarjetas falsas en ocho laboratorios clandestinos, registrados por la Policía, y vendían el 'plástico' a otros grupos asentados en España y en el extranjero.
Para asegurar el uso de las tarjetas robadas, la banda fabricaba también documentos de identidad falsos en tres laboratorios. Los 'especialistas' en en el robo de numeraciones y análisis de las terminales de pago con tarjeta integraban una célula en Valencia, mientras que en Málaga residía un grupo de expertos en obtener los datos de los usuarios de los cajeros automáticos.
REGISTROS.
En total se han practicado 48 registros domiciliarios en España y en los países anteriormente citados, donde continúan realizándose detenciones. En los locales y viviendas se han encontrado seis impresoras-escáner y otra específica para el embosado de tarjetas bancarias, así como tres máquinas plastificadoras. También se han encontrado diez lectores-grabadores de tarjetas y otros instrumentos que demuestran la implicación de los detenidos en el fraude, como 800 tarjetas de crédito falsificadas.
Once de los arrestos se han producido en Holanda, 5 en Irlanda del Norte, cuatro en la República Checa y uno en Bélgica, Austria y Turquía. Agentes rumanos se han desplazado a España para colaborar activamente en la fase final del dispositivo, fruto de las investigaciones de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía.
En el vasto dispositivo ha participado el órgano de coordinación policial Europol, en cuya sede de La Haya se han celebrado varias reuniones de coordinación entre policías europeas. Las pesquisas han contado con un centenar de teléfonos y direcciones de correo electrónico 'pinchados'. Medio centenar de detenciones se han practicado en los últimos dos días, mientras que el resto se produjeron en semanas anteriores.
DETENIDOS 443 RUMANOS EN 5 MESES Y VARIAS OPERACIONES.
Para informar de estas detenciones, el Ministerio del Interior distribuyó una nota en la que hablaba de un operativo con 443 detenidos por Policía y Guardia Civil y convocó una rueda de prensa en la que se habló insistentemente de una misma operación, lo que provocó gran confusión entre los informadores. En realidad, sumaba los detenidos en esta reciente operación de la Policía y otros tres centenares de Guardia Civil desde septiembre de 2007 en distintos operativos que fueron en su momento publicitados con nota de prensa oficial.
La comparecencia corrió a cargo de la directora del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO), la comisaria de Policía María Marcos Salvador, quien explicó que esos 443 detenidos pertenecen a un mismo operativo, de nombre 'Pipas', resultante del análisis de la información recibida en el CICO y aportada por Policía, Guardia Civil y Fuerzas de Seguridad de otros países.
Pero los rumanos detenidos sólo tienen en común su nacionalidad, ya que las operaciones de Guardia Civil han ido dirigidas principalmente contra diferentes grupos que asaltaban viviendas y polígonos industriales en distintos puntos de España sin que se conozca relación entre ellos.
El CICO cuenta con un registro de operaciones en marcha, el Sistema de Registro de Investigaciones (SRI), donde policías y guardias civiles 'vuelcan' los datos de las investigaciones que siguen para evitar que se dupliquen. Esa información, además, es analizada por el CICO, que concluyó que numerosos rumanos participaban en bandas de crimen organizado en España.