MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
El portavoz parlamentario del Grupo Popular, Eduardo Zaplana, advirtió hoy al Gobierno que presentar dentro de uno días las pruebas contra Acción Nacionalista Vasca (ANV) para abrir el proceso de ilegalización sería "tan burdo, que se les volvería en su contra". A su juicio, "ha habido pruebas desde siempre" y por eso recomendó al Ejecutivo que no tome a la gente "por idiotas".
Así lo aseguró en la reunión de la Diputación Permanente del Congreso, durante el debate de la petición del Grupo Popular para que se convoque una sesión plenaria extraordinaria en la que se discuta su proposición no de ley para instar al Gobierno a poner en marcha el proceso de ilegalización de ANV-EAE y el PCTV-EHAK.
En su extensa alocución, afirmó que "a estas alturas" es "un insulto a la inteligencia decir", como se escucha en las últimas semanas, que se intenta "avanzar en las pruebas" sobre la relación entre ANV y ETA cuando, a su juicio, "esa conexión es evidente desde siempre y desde el primer momento".
"El PCTV y ANV no son otra cosa que el complemento político de la actividad terrorista de ETA, es una evidencia que nadie discute y ni siquiera ellos niegan", espetó, para recalcar que proclamar dentro de unos días que se han encontrado las pruebas sería "tan burdo que se les volvería en contra y sería reírse de todos", tanto de las instituciones como del conjunto de la sociedad española.
HACERLO EN EL CONGRESO, COMO EN 2002
Para Zaplana, es el Ejecutivo socialista el que ha "utilizado" el terrorismo "como arma electoral" al permitir que los terroristas vuelvan a las instituciones, una "estrategia" que, según reiteró, ha cosechado un "rotundo fracaso". "ETA les ha humillado y humillándoles a ustedes ha humillado al resto de la sociedad española", recalcó.
Por eso, instó al PSOE a aprovechar la "oportunidad" que brinda el PP, "rectificar" y abrir en el Congreso el proceso de ilegalización de ANV, recuperando así la "unidad" y el "consenso" que permitió en 2002 la ilegalización de Batasuna y "sobre todo el prestigio de la Cámara Baja, que es la que debe pronunciarse sobre ilegalización". A su juicio, una negativa solo se podría entender como que quieren "mantener la puerta abierta a la negociación con ETA".