PSC.- Montilla reconoce su preocupación por el "retroceso" en las elecciones municipales de Barcelona

BARCELONA, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

El primer secretario del PSC y presidente de la Generalitat, José Montilla, reconoció hoy la preocupación del partido por el "retroceso" que sufrió en 2006 en las elecciones municipales de Barcelona. Al mismo tiempo, recordó que los resultados en los comicios autonómicos de noviembre de 2006 tampoco satisficieron las expectativas socialistas, ya que la formación se mostró "demasiado vulnerable", por lo que instó a "recuperar la confianza" de los electores.

En la presentación de su informe político en el XI Congreso del PSC que esta mañana empezó en Barcelona, Montilla manifestó: "No podemos dejar de prestar atención a la erosión electoral que hemos experimentado en algunos puntos muy concretos", especialmente en la capital catalana, donde los socialistas gobiernan en coalición con ICV-EUiA, aunque en minoría, tras la salida de ERC del gobierno municipal.

"El retroceso sufrido en Barcelona, y que ya había sido precedido por otro descenso cuatro años antes, tiene que ser objeto de preocupación", aunque añadió: "Tenemos la tranquilidad y la confianza que da el magnífico trabajo que están realizando los compañeros de Barcelona, con Jordi Hereu al frente". Tras esta afirmación, hubieron aplausos por parte de los delegados.

Aseguró que, para el socialismo catalán, la alcaldía de Barcelona tiene "importancia estratégica y simbólica" por ser "el representante mayoritario de los ciudadanos y ciudadanas de la capital de Catalunya".

En cuanto a las elecciones autonómicas, recordó que, pese a que se logró "una confirmación del apoyo de los ciudadanos al gobierno de coalición encabezado por el PSC", el partido perdió votos, lo que "no satisface las expectativas" del partido.

"El PSC se mostró demasiado vulnerable a los acontecimientos que condicionaron el final de la legislatura y el relevo al frente de la candidatura socialista", dijo Montilla, que instó a "recuperar la confianza de todos los que dejaron de votar" este partido, y elevar su techo electoral en las elecciones autonómicas, previstas para 2010.

Pese a todo, las autonómicas de 2006, cuyo cabeza de lista por Barcelona fue Montilla, lograron reafirmar la "apuesta estratégica" del partido y, al mismo tiempo, la "reedición del pacto de gobierno entre los partidos de izquierdas".

ADVIERTE DE LA XENOFOBIA.

"También hay que estar muy atentos a los movimientos latentes que se están produciendo en algunos municipios de las áreas más densas de Catalunya", donde "el malestar por la crisis económica, los cambios en la estructura territorial y demográfica y determinados discursos demagógicos y de confrontación social podrían alimentar un voto de exclusión, de consecuencias inquietantes para la cohesión del pueblo catalán", advirtió.

En este sentido, aseguró: "Como socialistas, tenemos la obligación de hacer frente, con realismo y desde nuestros principios, a cualquier riesgo de xenofobia y de fractura que pueda cobrase en el seno de la sociedad catalana". Una tarea que, especialmente, tiene que ejercerse desde los gobiernos locales, y también a través de la Generalitat, haciendo sinergias entre ambos ejecutivos.

"EL PARTIDO DE LA MAYORÍA".

Montilla en su intervención recordó el lema que presidió el último congreso que hizo la formación, en julio de 2004, en el que el lema era: "El partido de la mayoría". Precisamente, este era uno de los grandes objetivos que se marcó el partido en aquel congreso.

"Somos la primera fuerza política en los municipios de todos los tramos de población, también en los menos de 2.000 habitantes", como prueban los resultados del ciclo electoral 2006-2008, dijo Montilla. Estos datos hacen del PSC "no sólo el partido de la mayoría, sino la fuerza política mayoritaria con un apoyo social y territorial más homogéneo", recordó.

Así, el PSC cuenta ahora con "la presencia territorial más equilibrada" de su historia, y como demuestran los resultados de las últimas elecciones generales, es la "primera fuerza política en 511 municipios, sobrepasando por vez primera la presencia territorial de CiU", cifra que contrata con los 315 pueblos y ciudades en los que el PSC fue mayoritario en 2004.

Por todo ello, el PSC hizo una apelación a gobernar desde la "centralidad" y "liderar un proyecto político hegemónico situado en los principios del catalanismo, el socialismo, el federalismo y el europeismo".