Pastor dice que se necesita "tensión" y "movilización" en la campaña porque "se pueden perder derechos y oportunidades"
BILBAO, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
El portavoz parlamentario del PSE-EE, José Antonio Pastor, consideró hoy que las últimas manifestaciones del presidente del Euzkadi Buru Batzar del PNV, Iñigo Urkullu, son "probablemente" fruto del "pánico" y la "desesperación" ante las próximas elecciones.
Pastor realizó estas declaraciones en un acto celebrado en Bilbao con cargos públicos y comités locales del PSE en Vizcaya, al que asistieron el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, entre otros dirigentes socialistas.
El portavoz del PSE en la Cámara vasca eludió "contestarle" al presidente del PNV, Iñigo Urkullu, que ayer aseguró que, "si se enquista el conflicto político en Euskadi" y "se cumplen los peores augurios con el Estatut", se puede producir "la mayor crisis institucional de cuantas se hayan podido producir desde 1977". Asimismo, el dirigente jeltzale acusó al PSOE de haber cruzado la barrera y "a la desesperada" quiso "negociar con ETA directamente de cuestiones políticas" que afectan "exclusivamente" a los partidos políticos.
A juicio de José Antonio Pastor, las manifestaciones de Iñigo Urkullu "sean probablemente fruto del pánico y de la desesperación" ante la próxima cita electoral.
En su intervención, destacó además la necesidad de que, en la campaña electoral, "haya tensión" porque el próximo 9 de marzo "nuestro país se juega muchísimo" y "no puede ser que ningún progresista falte a la cita de las urnas".
"Necesitamos que haya tensión, que haya movilización, que la gente sepa que se pueden perder derechos y oportunidades, que esto no es una broma, que va en serio", agregó.
El dirigente del PSE de Vizcaya señaló que, en Euskadi, "las dificultades" de los socialistas se ven "agrandadas por la amenaza terrorista". "En algunos casos somos odiados por aquellos que ni entienden de libertad ni de pluralidad ni de diversidad, por aquellos que están muy cómodos en su fanatismo mientras edulcoran su demagogia con razones indignas", apuntó.
Asimismo, indicó que es preciso "evitar la vuelta al pasado más negro y a la España nacional católica que representa el PP". Del mismo modo, apostó por que el debate electoral no quede "distorsionado" por "las polémicas abiertas" en relación a los procesos de ilegalización de ANV y EHAK, a las detenciones de miembros de la izquierda abertzale o a la actuación de ETA.
DOS OPCIONES.
En este contexto, insistió en que "ahora se decide quién gobierna España durante los próximos cuatro años", para lo que "sólo hay dos opciones: o el proyecto progresista de José Luis Rodríguez Zapatero o la involución de Mariano Rajoy".
Por ello, apeló a acercar las propuestas socialistas a los nacionalistas "decepcionados con sus dirigentes" y a las personas de izquierdas "hastiadas de una EB desnortada y sumisa a los dictados de Ibarretxe".
Además, señaló que es necesario "decir alto y claro a la derecha cavernícola" que los ciudadanos están "más que hartos de sus manipulaciones, insultos y mentiras, y de su falta de sentido democrático". "Los socialistas no necesitamos de subterfugios mediáticos para seguir trabajando todos los días por un país más libre más justo y en paz", agregó.
El dirigente socialista advirtió de que "no es posible hacer política y justificar la injusticia, no es posible la paz de las pistolas, no es posible avanzar en el siglo XXI con razones del siglo XIX".
