El PSOE se felicita por el "espaldarazo" que recibió anoche Barcelona para ser la sede de la Unión para el Mediterráneo

MADRID 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

La secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano, se ha felicitado de que, finalmente, Barcelona sea la candidata favorita para albergar la sede de Unión para el Mediterráneo.

Los países mediterráneos alcanzaron anoche un principio de acuerdo para la declaración sobre Unión por el Mediterráneo, después de que la presidencia francesa de la UE presentara un texto que representaría una "solución equilibrada" para las partes. El acuerdo incluye a Barcelona como ciudad para albergar la sede permanente del proyecto euromediterráneo y deberá ser discutido formalmente por los ministros de Exteriores esta mañana.

A la espera de la decisión definitiva, en un comunicado, Valenciano valora "muy positivamente" el "espaldarazo" que dieron anoche los ministros de asuntos Exteriores de la UE y sus homólogos de los países del Mediterráneo, reunidos en Marsella, porque la ciudad "ha realizado un excelente trabajo desde que en 1995 se pusiera en marcha el Proceso de Barcelona y se ha convertido en un centro de referencia de las relaciones mediterráneas".

"Barcelona es una ciudad donde confluyen los pueblos mediterráneos del norte y el sur, una ciudad con excelentes infraestructura e instalaciones, con experiencia y una gran capacidad comercial, mestiza y multicultural, en definitiva, una ciudad moderna con vocación mediterránea y europea al mismo tiempo, que se ha convertido en el símbolo de la convivencia entre los pueblos de las dos riberas", subraya la dirigente socialista.

El preacuerdo alcanzado durante la cena informal que mantuvieron los ministros este lunes es una "propuesta aún por discutir, pero que no ha encontrado oposición", precisaron anoche fuentes diplomáticas europeas en Marsella. Se trata por tanto de un principio de acuerdo que "levanta el bloqueo" que frenaban las conversaciones hasta ahora.

El texto propuesto por el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, propone que al ser una ciudad del norte del Mediterráneo, Barcelona, la que albergase la sede permanente, el puesto de secretario fuera concedido a un representante de un país del sur. Además, para reforzar el equilibrio entre las dos orillas se contaría con "cinco secretarios adjuntos", procedentes de otros tantos países.