MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Senado y miembro de la Ejecutiva del PSE-EE, Javier Rojo, aseguró hoy que su formación afronta "con toda la tranquilidad del mundo" el juicio contra el líder de los socialistas vascos, Patxi López, por sus reuniones con Batasuna. También subrayó que los eventuales pactos políticos que puedan surgir tras las próximas elecciones vascas serán los que decidan los ciudadanos con sus votos, pero apostó por "tender puentes" para "recuperar la convivencia" entre los vascos.
Rojo, quien se refirió a estos dos asuntos durante un desayuno informativo organizado en la Cámara Alta por la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP), defendió los contactos que su formación mantuvo con la izquierda abertzale en el marco del frustrado proceso de paz y destacó que su objetivo era "arreglar las cosas y no estropearlas".
Tras recordar que aquellas reuniones se convocaron "con luz y taquígrafos", Rojo insistió en que se hicieron para reclamar a Batasuna que se convirtiera "en parte de la solución", asumiendo la Ley de Partidos y las reglas de juego igual que resto de formaciones políticas, y para dejarle claro que el terrorismo "no puede ser un instrumento de chantaje para la política".
"Esas reuniones tenían como objetivo cantarles las verdades del barquero y defender la democracia y la libertad", enfatizó el presidente del Senado, quien confía en que el juicio de febrero "no enrarezca el clima político en Euskadi", habida cuenta de que tendrá lugar en plena precampaña electoral de las autonómicas.
CAMBIO POLITICO PARA CONSTRUIR PUENTES
Respecto a esos comicios, el dirigente socialista vasco reiteró que su partido está "trabajando para que se produzca un cambio político" para, a partir de ahí empezar a "construir puentes" que hagan posible la convivencia en el seno de una sociedad en la que, recalcó, tienen cabida todas las sensibilidades, excepto la de quienes practican y amparan la violencia.
En este contexto, hizo hincapié en que es necesario "liderar la sociedad vasca de otra manera" teniendo en cuenta que se trata de una ciudadanía "mestiza" que, pese a sus diferencias, comparte un "espacio común". "Es necesario recuperar la convivencia en Euskadi, el entendimiento entre diferentes, porque la sociedad, incluso las familias, son transversales", enfatizó.
Rojo rehusó pronunciarse sobre posibles pactos electorales en el caso de que el PSE-EE pueda formar gobierno en el País Vasco, alegando que serán los ciudadanos los que determinen esas eventuales alianzas con sus "votos", que son "los que hay que respetar".
"Nosotros no nos vamos a enredar sobre si hay que estar con unos o con otros, sino que vamos a trabajar para liderar la sociedad vasca; esos enredos se los dejamos a otros", comentó, avanzando que el PSE-EE pondrá todo su empeño en convencer a los vascos de lo positivo que sería "un cambio, pero no un cambio agrio sino con una sonrisa" y de que 30 años de hegemonía nacionalista "son muchos".
EGUIGUREN
Por último, Rojo fue preguntado sobre las declaraciones del presidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren, quien el pasado fin de semana afirmó que su partido no renunciaría a lograr "un acuerdo intermedio" como solución "si algún día fuera posible" y ETA dejara las armas.
En opinión del presidente del Senado, lo que vino a decir su compañero de partido es que las vías que utilizan los terroristas "no tienen sitio ni lugar" y que "no se dan las condiciones" ni "está en la agenda" de los socialistas discutir sobre esta cuestión, porque son ETA y su mundo los que deben dar un paso al frente.
Para Rojo, es la izquierda abertzale la que debe independizarse de la banda terrorista. "Tienen que soltarse de las cadenas de los generales que les impiden hacer política. Son ellos los que tienen el problema y deben resolverlo. Nosotros debemos combatirlo con el Estado de Derecho", remachó, reiterando que la situación de la lucha antiterrorista ha mejorado respecto a la anterior legislatura porque ahora los demócratas están "más unidos".
