El Sermas indemnizará con 75.000 euros al padre de una joven que murió tras operarse de obesidad mórbida

MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSMJ) ha condenado al Servicio Madrileño de Salud (Sermas) a indemnizar con 75.000 euros al padre de una joven, de 27 años, que murió debido al diagnóstico "tardío" de complicaciones posquirúrgicas derivadas de una intervención de obesidad mórbida y una operación posterior, "también tardía", para paliarlas, informó hoy la asociación Defensor del Paciente.

Carolina Cano, de 27 años, fue diagnosticada de obesidad mórbida y los sanitarios le aconsejaron someterse a una intervención quirúrgica, por lo que ingresó en el Hospital Ramón y Cajal el 17 de noviembre de 2003. Pero tras la operación, la paciente presentó un empeoramiento con vómitos y dolor en hombro izquierdo y abdomen el día 21, que a juicio del Tribunal, "deberían haber determinado al menos un estudio gastroyeyunal".

La sentencia asegura que "no puede compartir la Sala la opinión de que hasta la tarde-noche del día 22 de noviembre de 2003, no existiesen signos de complicaciones". Además, "los resultados de la analítica y el TC debería haber determinado la intervención quirúrgica inmediata sin esperar a la mañana del día siguiente".

El día 23, la mujer empeoró progresivamente y se decidió reintervenir, tras lo cual sufrió un cuadro complicado, con leucopenia, coagulopatia, acidosis metabólica y deterioro del función renal, y finalmente, murió el día 24.

"Entiende la Sala que ha de apreciarse un retraso, tanto en el diagnóstico entre los días 21 y 22 de noviembre de 2003, como en la intervención quirúrgica desde la noche del día 22, no resultando en forma alguna adecuado el tratamiento conservador aplicado", reza la sentencia.

Según la asociación, la sentencia dice además que "el hecho de que no fuera el mismo equipo quirúrgico el que siguió las complicaciones hace dudar seriamente a la Sala sobre la conveniencia de la atención prestada a la paciente".

"Se adoptó un tratamiento expectante y no se realizó un estudio gastroyeyunal con contraste antes de comenzar la dieta oral, lo que desencadenó en un shock séptico e impidió un diagnóstico precoz", mantuvo la asociación.