Hay 22 mesas "practicables" y ninguna se puede considerar "inaccesible" CASTRO URDIALES 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
Según un estudio realizado por la Asociación de Personas con Discapacidad de Castro Urdiales (ADICAS), de las 32 mesas electorales instaladas en los 14 colegios electorales habilitados en el municipio para las elecciones del 9 de marzo, sólo 11 --el 34 por ciento-- son accesibles, es decir, susceptibles de ser utilizados por personas con movilidad reducida de forma totalmente autónoma.
Según el mismo estudio, 21 mesas --66 por ciento-- son practicables (susceptibles de ser utilizados por personas con movilidad reducida con ayuda de otra persona), y no hay ninguna que se considere inaccesible, es decir, establecimientos cuyas condiciones de accesibilidad son tan negativas que su uso resulta imposible para personas con movilidad reducida.
ADICAS explicó en un comunicado que continúa luchando para lograr la accesibilidad y alcanzar la plena eliminación de barreras en Castro Urdiales, de forma que "se materialice el voto igualitario mediante la eliminación de barreras arquitectónicas, urbanísticas, del transporte y de la comunicación de los colegios electorales del municipio".
La asociación señaló al respecto que ha requerido al Ayuntamiento de Castro Urdiales "que tome las medidas oportunas y remueva los obstáculos que dificulten el ejercicio del voto de las personas con discapacidad".
Para estos comicios, ADICAS ha actualizado el informe de valoración de cada ubicación electoral, y se ha centrado en el análisis de tres aspectos "determinantes", como son el recorrido peatonal --el espacio de vía pública circundante que es necesario recorrer para acceder hasta la entrada del colegio electoral--, el acceso a las instalaciones y el interior de las mismas.
AUTOBUSES SIN ADAPTAR. Por otra parte, la asociación denunció que el transporte adaptado "sigue siendo otro de los puntos negros" del municipio, donde no hay transporte público adaptado "tampoco para llegar hasta los colegios electorales". En su opinión, las rampas no automáticas de los autobuses urbanos "son sólo un mero elemento que justifica que los vehículos lleven la pegatina del símbolo de la discapacidad, pero no es un sistema que persiga facilitar la vida a las personas con movilidad reducida".