MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Supremo ha dejado sin efecto la pena de seis meses de prisión e inhabilitación a la que fue condenado un policía local de San Adriá de Besos (Barcelona) en julio de 2007 por las lesiones que causó a un vecino de su municipio durante una discusión, iniciada cuando éste le reclamó el número de placa por un incidente de tráfico ocurrido horas antes.
La absolución del agente se justifica, según el Supremo, por "las grietas y los saltos argumentales" que presentaba la sentencia dictada en su día por la Audiencia Provincial de Barcelona, pues afecta "a la razonabilidad del discurso mediante el que cualquier órgano jurisdiccional ha de razonar los elementos del delito y la autoría del acusado". El relato de hechos probados de la sentencia obvió el carácter "obsesivo" que presentaba el vecino respecto al incidente acaecido.
El relato de hechos probados señaló que el 22 de julio de 2003 el citado vecino solicitó al agente su número de placa "pese a que la llevaba en su uniforme reglamentario", y que tras perseguir a éste y a otro policía que le acompañaba "dirigió expresiones a los funcionarios que motivaron exigirle su documentación, a lo que se negó dando lugar a que se decidieran proceder a su detención".
Añadía el relato que el policía "con intención de agredirle o al menos aceptando las altas probabilidades de causarle heridas, zarandeo, arrojó al suelo y golpeó" al vecino, produciéndole la fractura de un dedo.
La sentencia del Supremo, de la que ha sido ponente el magistrado Manuel Marchena, afea a la Audiencia que dictara su resolución sin tener encuentra elementos importantes que, sin embargo, si aparecen en los fundamentos jurídicos de la sentencia, como que la declaración del denunciante "no reúna los requisitos para constituir prueba suficiente para enervar el principio de presunción de inocencia" del agente local.
Añade que tampoco se tuvo en cuenta que los informes forenses señalaron que la situación real del vecino tras el altercado no se correspondía con "tantos golpes y durante tanto tiempo" que había dicho recibir ni que se "había obsesionado" con el incidente, según relató igualmente el médico forense que declaró durante la vista.
