Todos los funcionarios de Vigilancia Electrónica se quejan de no poder hacer su trabajo "con un mínimo de seguridad"

Actualizado: jueves, 4 diciembre 2008 19:56

Llevan tres meses recogiendo los continuos fallos técnicos en el libros de incidencias y reclaman una formación que aún no tienen

MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los siete funcionarios que trabajan en la Unidad de Vigilancia Electrónica de Instituciones Penitenciarias denunciaron el pasado martes la imposibilidad de realizar el seguimiento telemático de los reclusos con "un mínimo de garantía y seguridad", dado el "mal funcionamiento" de los equipos informáticos y la nula formación que han recibido, según un escrito que dirigieron a la Secretaría General, al que ha tenido acceso Europa Press.

Los trabajadores dedicados al control telemático firmaron conjuntamente el escrito el pasado 2 de diciembre para dejar constancia de las múltiples dificultades por las que atraviesan para realizar un correcto rastreo y localización de los internos.

El escrito de queja fue remitido al responsable de la Subdirección General de Medio Abierto y Medidas Alternativas, Santos Rojas, después de que Instituciones Penitenciarias hiciese pública una nota en la que achacaba el error en el control al interno Maximino Couto a un "fallo humano". Couto asesinó presuntamente a su novia y, posteriormente, agredió a otras tres personas, a pesar de que lo hizo dentro de la zona que tenía vedada.

"Los equipos informáticos no han funcionado bien en ningún momento", recalcan los funcionarios. Estos se quejan de continuos problemas de cortes en la transmisión o del funcionamiento lento del sistema. "Se quedan colgados mientras se está trabajando, no admitiendo las contraseñas ni los usuarios que tenemos asignados", describen.

También explican que el seguimiento de los presos, tanto por verificación de voz como por los GPS --éste último dispositivo era al que estaba sometido Couto a través de un brazalete--, necesita de una "cierta continuidad", exenta de cortes, para que el control sea riguroso.

No obstante, advierten de que es "imposible" realizar adecuadamente este seguimiento debido a los habituales fallos técnicos y sostienen que tales incidencias han quedado registradas en el libro de Servicios "de forma reiterada" por parte de los funcionarios.

DESCONOCIMIENTO DEL SERVICIO

En otra circular, firmada el mismo día 2 de diciembre, los trabajadores de la Unidad de Vigilancia Electrónica expusieron no haber recibido "ningún curso ni formación adecuada para el desempeño" de sus funciones, desde que tomaron posesión del cargo el pasado mes de septiembre. "Llevamos pidiendo una formación adecuada desde que tomamos posesión del puesto, sin resultado hasta el momento", afirman.

"Lo cual hace que nuestro trabajo no sea todo lo eficiente que debiera, dado que desconocemos en gran medida el funcionamiento de los equipos y del servicio", se quejaron, antes de recordar que así se lo han comunicado verbalmente "en reiteradas ocasiones" a los responsables.

Precisamente Santos Rojas firmó, el pasado 13 de noviembre, una circular donde reconocía que todavía estaba pendiente la elaboración de un protocolo de actuación para cada una de las distintas modalidades de seguimiento telemático, a la que tuvo acceso Europa Press.

De todos modos, enumera una serie de indicaciones a seguir en caso de que el preso --a todos los internos bajo este seguimiento les han concedido el tercer grado-- transgrediera las medidas impuestas por la Junta de Tratamiento de la cárcel o el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria.