Zapatero abre la puerta a cambios en la relación con la Iglesia, pero no como "reacción" a los "ataques" sufridos

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 13 febrero 2008 14:05

MADRID 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó hoy que el Gobierno puede dar "nuevos pasos de revisión" de las relaciones con la Iglesia católica, pero dejó claro que en todo caso no será como una "reacción fruto de los ataques" que, según subrayó, han recibido él y su Ejecutivo por parte de la jerarquía eclesiástica porque por encima de esto pone "el interés general".

En una entrevista en Cuatro recogida por Europa Press, Zapatero explicó que no desea revisar los acuerdos del Estado español con la Santa Sede "por lealtad a la Constitución", que habla de una "relación especial" con la Iglesia católica --"y me parece bien", apostilló Zapatero--.

Así, opinó que el modelo de relaciones es "adecuado" y añadió que en esta legislatura se han dado pasos hacia la autofinanciación de la Iglesia. "Lógicamente podremos dar nuevos pasos de revisión, pero que nadie espere de mí que vaya a tener una reacción fruto de los ataques que he recibido, de lo que todo el mundo considera que ha pasado, que han pedido el voto para el PP", aseguró, y añadió: "Si hay que reformar cosas las reformaremos pero con diálogo y con tranquilidad".

El jefe del Gobierno señaló que, cuando acuda el próximo jueves a 'tomarse el caldito' que tiene pendiente con el Nuncio del Vaticano en España le expondrá su posición de que algunos cardenales españoles --Antonio María Rouco Varela y Agustín García Gasco-- han dicho cosas que son "inaceptables", concretamente, el día de la concentración en favor de la familia cristiana celebrada el 30 de diciembre en Colón, cuando hablaron de que las leyes del Gobierno Zapatero "hacían retroceder los derechos humanos" y "disolvían la democracia". "No se lo acepto porque es tanto como poner en cuestión toda la legitimidad de un parlamento democrático", apostilló.

Además, Zapatero afirmó que le dolió también que la Conferencia Episcopal, en su nota sobre las próximas elecciones, hiciera una "referencia a la legitimidad o no legitimidad del diálogo para acabar con el terrorismo", yendo más allá de lo que había hecho en otros comicios, cuándo se limitó a condenar el terrorismo y teniendo en cuenta que poco antes de las generales de 2000 el entonces presidente José María Aznar también había intentado un proceso de diálogo con ETA. "Espero que algún día lo puedan explicar", dijo de la actitud de los obispos.

Aseguró, no obstante, que durante toda la legislatura ha intentado tener una relación "adecuada con la jerarquía católica", manteniendo sus compromisos electorales y confió en que su acuerdo con el nuncio "vaya bien".

Zapatero insistió en que si gana las elecciones el PSOE no propondrá una reforma de la ley del aborto, sino "una reflexión", y que "podría haber una reforma" si hay necesidad y "el más amplio consenso. "Me gustaría tener una actitud favorable al consenso de todas las fuerzas políticas", dijo, al tiempo que insistió en que el Gobierno protegerá los derechos de la mujeres que abortan conforme a la ley "ante determinadas campañas que no buscan que se cumpla la ley, sino que se derogue".

Por otro lado, recordó que el programa electoral socialista no prevé abordar la eutanasia, y en este punto aprovechó para expresar su apoyo a los médicos que, "desde su honestidad profesional y con el consentimiento de los familiares" están "aplicando cuidados paliativos ante situaciones irreversibles para aliviar el dolor", en lugar de "prolongar el dolor y hacer morir sin dignidad". "Entra dentro de la deontología profesional", afirmó.

Por ello, consideró "enormemente preocupante" la "campaña" sufrida por los médicos del hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid) y denunció que esta "campaña" tuvo el apoyo del Gobierno regional. "Me ha parecido un debate enormemente negativo, todos confiamos en nuestro sistema público de salud, que es uno de los mejores del mundo, confiamos en nuestros médicos, sabemos que hacen todo lo que está en sus manos por salvar vidas", añadió.

A su juicio, las denuncias contra los médicos del hospital de Leganés responden a unas posiciones "ultraconservadoras" que, no sólo en España sino también en otros países están intentando atacar la libertad individual. "En España nadie tiene derecho a imponer su moral, sino que todo el mundo tiene la obligación de respetar la moral individual de cada uno, las libertades y aquí mi compromiso es absoluto", añadió.

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